19 agosto, 2021
Que un Ayuntamiento decida dejar de apoyar la feria taurina de una ciudad o, directamente, acabar con ella, para desgracia de los aficionados de la fiesta nacional y para regocijo de quienes se oponen a ella, es algo habitual en los últimos tiempos; pero que un Gobierno local lo haga debido al nombre de un toro y más si ese nombre es el de Feminista es, sin duda, un hecho noticiable.
Esto es justamente lo que ha ocurrido en Gijón, cuya alcaldesa, la socialista Ana González, anunció, apenas un día después de la polémica muerte del toro Feminista por la espada del diestro Morante de la Puebla, que no volverá a sacar a concurso la concesión para organizar los festejos en el coso de El Bibio, lo que en la práctica equivale a sentenciar de muerte a las corridas en la ciudad asturiana.
Dijo la regidora que el Ayuntamiento ya tenía previsto que los toros acabasen en Gijón, si bien reconoció que la avalancha de críticas que afloraron tras matar Morante de la Puebla, un torero afín a VOX y amigo de Santiago Abascal, al astado con el polémico nombre aceleró los acontecimientos.
«Si al final el mundo de los toros es esto, no va a haber más feria taurina. No se pueden permitir este tipo de cosas», manifestó la alcaldesa para justificar una decisión que ya ha desencadenado protestas de los aficionados taurinos de Gijón y de los del conjunto de España.
El contrato firmado con la empresa Circuitos Taurinos Sociedad Limitada en el año 2016 tenía una duración de tres años y estaba sujeto a la posibilidad de tres prórrogas de un año cada una. Ahora, para que hubiera toros en la ciudad el próximo año, tocaría firmar la tercera de esas prórrogas, una posibilidad que declinará el Ayuntamiento.
«Las prórrogas máximas posibles eran tres, pero no hay ninguna obligación de concederlas. Quien lo decide es el órgano de contratación, que es la Alcaldía. Y no la habrá», expuso la alcaldesa en declaraciones publicadas en el diario El Comercio.
Antes de que la alcaldesa anunciara la decisión, asociaciones feministas y en defensa de los animales estallaron en redes sociales contra la fiesta nacional, contra el diestro Morante de la Puebla y contra el propio Ayuntamiento de Gijón. “El feminismo lucha contra la opresión del sistema patriarcal hacia las mujeres. Lucha contra eso y contra muchas cosas más, porque los sistemas de opresión con los que lamentablemente se organiza el mundo se sostienen unos a otros y se relacionan. Luchamos también contra la dominación que ejercen unos seres vivos, los humanos, contra otros, los animales”, comentó en redes sociales la Plataforma Feminista d’ Asturies a raíz de la muerte del toro Feminista.
Como máxima responsable de Gijón y de sus fiestas, la alcaldesa Ana González no ha escapado de está polémica y también ha recibido ataques verbales de feministas y animalistas a través de las redes sociales.
La Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad (Anadel) había acusado a la regidora de presumir de feminisno para después no actuar en consecuencia. “La alcaldesa dice ser feminista y sus actos son lo contrario. Una feminista no estaría a favor del maltrato animal en las corridas de toros”, criticaba la entidad antes de conocer la decisión de la regidora.
En el lado opuesto se encuentran los empresarios taurinos, los ganaderos, los toreros y, por supuesto, los aficionados. Ninguno de ellos entiende cómo es posible acabar con los festejos de una ciudad de forma unilateral y de un día para otro y mucho menos cuando la excusa es el nombre de los toros.
«Nos parece bastante penoso que, para aplicar una prohibición unilateral para celebrar festejos taurinos la próxima temporada, se pongan como disculpa los nombres de los toros lidiados hace pocos días en esa plaza. Es una decisión sectaria y demuestra una falta de respeto a la libertad de los ganaderos, así como un desconocimiento absoluto de las tradiciones del campo bravo», apunta la Asociación de Ganaderías de Lidia en un comunicado.
La empresa Circuitos Taurinos, ahondando en la defensa de los festejos, recuerda que los ganaderos jamás tienen la intención de ridiculizar al animal al que le ponen nombre ni a persona alguna sino, más bien, todo lo contrario. «Cuando un ganadero bautiza con un nombre a un becerro, lo hace con la finalidad de ensalzarlo, ya que el animal tiene como fin máximo y absoluto el indulto. Que vuelva a casa, a su paraíso, es algo con lo que cualquier ganadero sueña. De este modo, si un ganadero le pone por nombre a un toro una determinada ideología está manifestando que abraza esa ideología o que, al menos, la respeta», explica la empresa.
1 Comments
Todos los extremos son malos. YO soy mujer ni feminista ni machista. «SOY YO».Lamento estos extremismos a que se llega.no soy vegetariana ni nada parecido disfrutó tanto de una ensalada como de un asado.El toro bravo estará en peligro de extinción si siguen así .y los toreros y……todo eso que le da un lugar a España en el mundo. Muy muy triste. Si me preocupan las abejas que si están siendo extinguidas mundialmente y dependemos de ellas.Y todos los animales que estamos borrando de la faz de la tierra. Los toros se crían se cuidan y dan fuentes de laburo. Lamentable.