5 mayo, 2020
El Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) ha elaborado el borrador que se aplicará en los balnearios españoles en caso de que sea validado por las comunidades autónomas y por las autoridades sanitarias. El documento incluye las medidas que se deben tomar en determinadas zonas, pero no en las piscinas, donde se determinarán las directrices a aplicar una vez que se conozcan los resultados del informe científico sobre el comportamiento del Covid-19 en el agua.
En el resto de ‘zonas húmedas’ de los balnearios, el borrador del protocolo elaborado por el ICTE incluye la eliminación de alfombras y moquetas y la necesidad de intensificar la desinfección y limpieza. Además, el servicio complementario de agua tras los tratamientos se realizará con agua embotellada, no con fuentes de uso común.
Antes de que el cliente llegue al balneario debe ser informado de las medidas del plan de contingencia que les afecten directamente y deban aplicar. Las personas de riesgo deben disponer de EPIS. Una vez allí, la cartelería debe incorporar las medidas higiénicas e indicaciones (como la distancia de seguridad), que también deben estar en, al menos, una lengua extranjera.
Una vez en recepción, además de la limpieza de todos los elementos que estén en contacto con el personal y los clientes, se dispondrá de los números de emergencias y hospitales o centros de salud más cercanos.
El documento establece la necesidad de evitar toallas de manos, incluso las de uso individual, y de disponer de solución hidroalcohólica para el uso de los clientes en la entrada. Además, los aseos deben contar con dispensador de jabón y papel de secado o secador de manos y el ICTE recomienda disponer de grifería de accionamiento no manual (por pedal o sensores) o, en su defecto, de presión.
En el servicio médico, el aforo de la sala de espera debe estar controlado, asegurando, en todo caso, la distancia de seguridad a través del sistema de cita previa o estableciendo métodos de separación física entre clientes. Además, debe limpiarse y desinfectarse periódicamente y, durante el examen médico, será obligatorio comprobar la temperatura corporar del paciente, preferiblemente con termómetro sin contacto.
Será el propio balneario el que identifique las técnicas de su catálogo que debe aplicar en los distintos escenarios de evoluciónd de las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Para ello, debe tener en cuenta los estudios científicos que den cuenta del mayor o menor riesgo de contagio. En este senitdo, no deben realizarse tratamientos como aerosoles o nebulizadores mientras no se disponga de información sobre los riesgos de estos tratamientos en el contexto actual. También habrá que analizar la posibilidad de desinfección o esterilización de los materiales y cabinas. En definitiva, cada técnica deberá analizarse pormenorizadamente y algunas de las colectivas deberán aplicarse de manera individual, en función del análisis.
Por otra parte, la zona seca debe estar a una temperatura de entre 23 y 26 grados y todo el equipamiento de la misma debe ser lavable y fácilmente desinfectable. Además, será obligatorio el uso de toalla o albornoz en sillas y tumbonas, para evitar contacto físico entre clientes y el equipamiento.
En el gimnasio se debe definir el aforo de la instalación para asegurar la distancia de seguridad, también entre las máquinas y se habilitará un cubo, preferiblemente con apertura mediante pedal y bolsa de plástico, para depositar las toallas.
En cuanto a las clases colectivas o grupales, hay que tener en cuenta que será necesario garantizar un espacio de 2×2 metros al margen del profesor, y las posiciones deben marcarse en el suelo. En este sentido, hay que evitar los ejercicios que conlleven contacto y se fomentará que las actividades se realicen al aire libre.
En estos espacios debe asegurarse un periodo sin actividad entre sesiones de clases colectivas para acceder a la limpieza y desinfección de las salas después de cada sesión, las fuentes de uso común serán precintadas (salvo que sean de fluido continuo o dispensador automático) y se retirarán los elementos comunes de gimnasio, como pesas, bolas de fitnss o mancuernas, si no es posible su desinfección entre el uso de un cliente y otro. Si no se puede garantizar la distancia de seguridad en este tipo de instalaciones, se recomienda cerrarlas temporalmente y ofrecer otras alternativas a los clientes