11 marzo, 2023
«Álava es la gran desconocida de las tres provincias que conforman la comunidad autónoma». Con estas palabras el director de Turismo de la Diputación de Álava, Felipe García, nos descubre los grandes atractivos de este territorio, entre ellos sus cinco parques naturales o sus playas con bandera azul, las únicas de interior que cuentan con este distintivo. Esta provincia también alberga una de las fábricas de sal más antiguas del mundo, en el Valle Salado de Añana; o Rioja Alavesa, un destino enoturístico de referencia a nivel mundial. Álava/Araba busca un turismo de calidad que le permita seguir conservando sus recursos.
-Habéis visitado Santiago de Compostela, A Coruña y Oviedo. ¿Cuál es el objetivo de esta campaña?
-Todos los años hacemos promoción del territorio y buscamos que sea lo más original posible, así que se nos ha ocurrido trasladarnos a diferentes ciudades con un ‘txoco sobre ruedas’, ya que en Álava somos muy dados a conquistar a la gente por el estómago y en el autobús mantenemos reuniones con agencias y turoperadores, a los que ofrecemos una pequeña muestra de productos gastronómicos de nuestra tierra. Además, con esta campaña nacional también queremos llegar al turista de a pie, por eso montamos una carpa en cada ciudad y esta primera ronda ha sido todo un éxito. La próxima parada será Andalucía, donde estaremos en Sevilla, Málaga y Cádiz. En el mes de abril pararemos la campaña y después seguiremos en Madrid, Barcelona y puede que alguna ciudad más. Además, en el segundo semestre del año desarrollaremos una campaña internacional que nos llevará a diferentes ciudades de Europa.
-¿Qué porcentaje representa el turismo internacional en Álava?
-Cerca de un 30% de los que nos visitan son turistas internacionales, en la pandemia hubo un pequeño bajón y queremos recuperar todo ese mercado que nos estaba funcionando muy bien.
-Habéis estado en Galicia. ¿Hay movimiento de turismo desde esta comunidad?
-Para nosotros es una zona a explotar, no son muchos los gallegos que se desplazan a Álava. Concretamente, en el año 2022 se contabilizaron 2.000 visitas. Se desplaza muy poca gente por la distancia y tenemos una falla con el tren, que es pesado; pero las carreteras han mejorado un montón y tenemos la conectividad aérea con Bilbao. Es una zona que tenemos que explorar, junto con Oporto, porque no llegan hasta Álava los turistas, cuando hay cosas que podríamos intercambiar, como la cultura del vino y la gastronomía.
«Tenemos que explorar Galicia y Oporto, porque los turistas no llegan hasta Álava»
-¿Qué balance hace del sector turístico en Álava?
-Álava es la gran desconocida de las tres que conforman la comunidad autónoma: Vizcaya se presenta por sí sola con Bilbao; Guipúzcoa, con San Sebastián, y nosotros nos estamos abriendo un hueco en el mundo del turismo porque somos una ciudad eminentemente industrial, la provincia más industrial de todo el país. El turismo es algo joven para nosotros, pero ya superamos las 500.000 entradas en el 2022 y tenemos más de un millón de pernoctaciones en el último año, así que el sector ya se ha hecho un hueco en el territorio y nosotros les apoyamos mostrando toda la oferta turística que tenemos.
«Nos estamos abriendo un hueco en el mundo del turismo»
-¿Cuales son las líneas estratégicas para 2023?
-Trabajamos mucho la naturaleza, tenemos cinco parques naturales en Álava, todos con unas dotaciones de infraestructuras de información y centros de interpretación. La gastronomía es una seña de identidad y, por supuesto, está todo el tema del turismo familiar, activo, deportivo, que es un referente para venir a Álava. Además, las únicas playas de interior que tienen bandera azul están en Álava y son todas accesibles, puede bañarse cualquier persona independientemente de su situación y de los problemas de movilidad que tenga. Este es otro de nuestros atractivos. Llevamos años trabajando e invirtiendo para que Álava sea una provincia inclusiva, donde la accesibilidad sea una seña de identidad y un destino atractivo para las personas que tengan problemas de movilidad. De hecho, colaboramos con una fundación que se llama Montes Solidarios y que se dedica a aquellas personas que por su situación personal, de movilidad, etc., no pueden acceder a determinados recursos turísticos de la naturaleza. Ellos disponen de un sistema de sillas Joëlette, barras direccionales y les llevan y les enseñan recursos turísticos. No damos a basto con las solicitudes que tenemos del conjunto del país para visitar Álava con esas condiciones. Somos un destino accesible, las bodegas son otra de nuestras señas de identidad y, sobre todo, destaca nuestra naturaleza, gastronomía y los atractivos y recursos que tenemos para el turismo familiar.
«Las únicas playas de interior con bandera azul están en Álava»
-¿Cómo ha empezado el 2023? ¿Cuáles son sus perspectivas?
-Los últimos datos que tenemos son del mes de enero y revelan que hemos mejorado con respecto al mismo mes de 2022. Si sigue esta tendencia vamos a mejorar las cifras del año pasado, cuando ya superamos las cifras de 2019 en número de entradas y pernoctaciones. Pero, aunque está bien lo cuantitativo, no es lo que más nos preocupa. Somos conscientes de la capacidad de carga que tiene el territorio, no queremos un turismo masificado, de miles y miles, sino un turismo de calidad, que alargue su estancia con nosotros todo lo que pueda. Por eso generamos mucho producto para que los que vengan a Álava tengan actividades para pasar una semana, o más, con nosotros. Buscamos ese turismo de calidad y no nos obsesiona la parte cuantitativa. Está muy bien, pero queremos poder medir quién puede acceder a nuestros recursos para conservarlos y que perduren lo máximo posible, el Valle Salado o la Catedral. Intentamos trabajar más lo cualitativo que lo cuantitativo.
«Buscamos turismo de calidad, no nos obsesiona la parte cuantitativa»
-Uno de los puntos fuertes de Álava es que no se trata de un destino estacional.
-La Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria hemos generado una agenda de eventos que se desarrolla a lo largo de los doce meses del ejercicio. Hay meses que, por sí solos, funcionan bien. Es lo que denominamos la temporada alta, pero en el resto del año si no se generan actividades la cosa baja mucho. Así que desarrollamos una serie de eventos y festivales a lo largo de todo el año. En enero tuvimos la Navidad, que es un buen mes; en febrero, el Umbra Light Festiva, el festival internacional de la luz, que reúne a miles de personas en la ciudad; tenemos eventos deportivos, como el Ironman; el FesTVal (Festival de Televisión de Vitoria-Gasteiz), el Festival de Jazz de Vitoria y el Azkena Rock Festival. A finales de agosto tenemos el festival de música Esférica Rioja Alavesa, que lo hemos traído de Galicia y que se desarrolla en Rioja Alavesa. Procuramos tener eventos los doce meses del año para generar actividad, movimiento y que el sector pueda seguir facturando, que también es importante.