22 octubre, 2020
«Cerrar los negocios de hostelería o limitar sus horarios como medida para reducir la propagación de la Covid-19 es un error que causará un daño económico incalculable y el hundimiento de la economía regional. Además, provocará, como efecto secundario, el crecimiento de los botellones y las fiestas privadas que se desarrollan sin ningún control». La advertencia viene de la asociación de hostelería asturiana Otea, que recuerda que, según datos del Ministerio de Sanidad, sólo el 3,5% de los contagios son imputables al sector al que representa.
Otea recalca que los empresarios de la hostelería han adoptado estrictas medidas para poder trabajar en tiempos del coronavirus, lo que permite que los clientes estén incluso más seguros dentro de ellos que en otros espacios.
«Todos debemos ser más exigentes en el cumplimiento estricto de las normas establecidas para prevenir contagios y seguir trabajando, igual que lo hacen los comercios y otras actividades. No podemos parar el sector», explica la asociación.
Los hosteleros asturianos, a través de Otea, también manifiestan su firme oposición a la declaración de un toque de queda, algo que, para muchos negocios, sería prácticamente como un cierre total.
«Acordar un toque de queda que obligue a cerrar a los negocios de hostelería a las diez de la noche sería equivalente a decretar su cierre, porque perder esa franja de negocio en una situación tan precaria como la actual es económicamente inasumible», recalca.
«Una hoja de ruta que garantice la vuelta al trabajo de forma paulatina, rápida y segura». Esto es lo que solicitan los empresarios del ocio nocturno de Galicia tras la reunión que mantuvieron para analizar las graves repercusiones de la Covid-19 sobre la viabilidad de sus negocios.
Los representantes de este subsector de la hostelería recalcan que el cierre del ocio nocturno decretado a mediados del pasado mes de agosto no sirvió para contener la pandemia. «No se consiguió contener la propagación del virus, sino todo lo contrario», exponen.
La concesión de ayudas directas, la exención de los pagos de la Seguridad Social y de las tasas municipales y autonómicas hasta el verano del próximo año y la reducción del IVA al 7% son algunas de las propuestas que los empresarios del ocio nocturno ponen sobre la mesa.