2 noviembre, 2018
La Autoridad Italiana de Defensa de la Competencia corta el paso de la nueva política de equipajes de Ryanair. El organismo acordó suspender de manera temporal la medida de la aerolínea low cost, que entró en vigor ayer. Con ella, subir una maleta con ruedas a bordo dejará de ser gratis para costar entre seis y diez euros. Algo que, para el regulador transalpino supone un “engaño al consumidor”. Competencia considera que con la implantación de esta nueva política de equipajes, Ryanair ofrece una “representación falsa del precio real del billete”, que no contempla este extra. Por ello, acordó la suspensión de una medida que impide la “comparación real con las tarifas del resto de compañías”.
La suspensión del organismo italiano se aplica también a la compañía polaca de bajo coste Wizz Air, que ayer también comenzó a aplicar esta nueva política de equipaje. Las dos aerolíneas tienen habilitado ahora un plazo de cinco días para apelar contra esta medida. Ryanair salió al paso del regulador italiano al declarar que su nueva política es “transparente y beneficiosa para el consumidor”. Según declare un portavoz de la empresa a la agencia AFP, “no existe una base para que un autoridad de competencia tome una decisión que afecta a la seguridad o la puntualidad”.
Este último punto fue el principal argumento de la aerolínea a la hora de impulsar la medida. Según defienden, con ella se reducirán los tiempos de espera y los retrasos en los vuelos. La razón es que cada avión tiene capacidad para albergar unas 90 maletas de ruedas a bordo. Hasta ahora, aquellas que, una vez cubierto el cupo no podían subirse a cabina, eran etiquetadas por el personal de la compañía antes del embarque. Un proceso que ahora se suprimirá. Los pasajeros que no cuenten con embarque prioritario deberán pagar ocho euros (diez si lo solicitan con menos de 40 minutos de antelación) por introducir su maleta (de 55x40x20 centímetros) en la bodega del avión. Mientras, quienes sí dispongan de esta acreditación (cuesta seis euros) podrán subir su maleta directamente a bordo.
De esta forma, el etiquetado para reubicar ese exceso de equipaje en la bodega del avión se suprime, liberando así un proceso de 25 minutos de duración. Más puntualidad a costa de mayores costes. El debate está servido.