26 junio, 2020
El acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los agentes sociales para que los Expedientes de Regulación de Empleo Temporales (ERTE) se extiendan hasta el 30 de septiembre era fundamental para el sector pero, según la Mesa del Turismo, no es suficiente.
«Sin duda, va a contribuir a paliar económica y socialmente la grave situación que atraviesan miles de empresas turísticas, pero los esfuerzos realizados hasta el momento para mantener el empleo se verían comprometidos en sus resultados si no vamos un paso más allá”, ha señalado el presidente de la Mesa del Turismo, Juan Molas.
La agrupación empresarial y profesional sostiene que los plazos del nuevo acuerdo en relación a los ERTE son insuficientes. «Con una tímida reactivación turística, que no va a salvar de ninguna manera la temporada de verano, las previsiones económicas para lo que resta de año distan mucho de ser optimistas», insiste Molas.
La Mesa del Turismo puntualiza que la nueva configuración de los ERTE puede ofrecer una respuesta a subsectores donde la actividad está restringida, pero existe, mientras que no aporta luz a la problemática de otros donde el problema es la falta de reactivación. «Y estos subsectores no van a estar en condiciones de sacar a sus plantillas de los ERTE por causa de fuerza mayor el 30 de septiembre», apunta, «sólo si el plazo se amplía o reciben ayudas directas podrán aguantar el duro tirón de esta crisis con la que nadie contaba».
Un aspecto nuevo del acuerdo de los ERTE que preocupa especialmente a la Mesa del Turismo son las exenciones «a la baja» en las cotizaciones sociales, que se recortarán progresivamente en julio, agosto y septiembre, concretamente un 70%, un 60% y un 35% en las empresas de más de 50 trabajadores.
Además, otro de los flecos del nuevo acuerdo es que aún queda pendiente conocer en qué situación se encontrarán los autónomos de cara a los próximos meses, ya que representan un volumen muy significativo del empleo turístico y la regulación de unas condiciones que tengan en cuenta la delicada situación y la falta de facturación «resulta imprescindible para que este colectivo pueda resistir y continuar siendo un eslabón dinámico del tejido empresarial».