Laguardia, de vinos desde el medievo

Laguardia en cifras

Población: 1.550 habitantes
Superficie: 81,08 km²
Altitud: 630 metros sobre el nivel del mar
Ubicación: 42°33′00″N 2°34′59″O/ Por carretera a 17,9 km de Logroño, 48 km de Vitoria y 356 km de Madrid
Alojamientos: En torno a 400 plazas
Fiestas: San Juan y San Pedro (23-29 de junio)

Enología en las raíces

Decir que el vino se encuentra en las raíces de Laguardia no es una expresión, sino un hecho, ya que el suelo de esta villa se encuentra “totalmente horadado”. Desde la Oficina de Turismo, Pilar F. García de Olano explica que bajo las casas y calles de la capital de la Rioja Alavesa existen más de 232 calados o cuevas que se utilizaron para la elaboración y conservación del vino. De hecho, se dice que Laguardia podría ser recorrida casi en su totalidad por estos pasillos subterráneos. Este es el motivo por el que su casco histórico está 100% libre de vehículos, lo que la mayoría de los turistas ven como una ventaja, ya que les permite recorrer tranquilamente sus calles medievales, disfrutando de un buen paseo.

Páganos, Laserna y Elcampillar son las tres pedanías de Laguardia y juntas suman 1.550 habitantes. El centro de la villa se encuentra en lo alto de un cerro al sur de la provincia de Álava, en el País Vasco, está flanqueado por una muralla y se encuentra totalmente rodeado de viñedos, que conforman un paisaje espectacular.

Laguardia fue fundada en el siglo X como defensa del Reino de Navarra

El paraíso de Baco

Declarado Mejor municipio enoturístico de España en 2016 por Acevin, los amantes del vino encontrarán un paraíso en Laguardia, que cuenta con una bodega por cada 25 habitantes. Una de las más conocidas es El Fabulista, que debe su nombre al más insigne de sus vecinos y del que, por cierto, presumen todos los laguardeses: Félix María de Samaniego. La bodega se encuentra a siete metros de profundidad, bajo el palacio del siglo XVII en el que vivió el literato y en su interior todavía se elaboran vinos de manera artesanal. Una de las notas más características es que cada uno de los caldos se identifica con una fábula del escritor: La zorra y las uvas, El pescador y el pez y La cierva y la viña, entre otras.

Además de las más tradicionales, existen otras bodegas vanguardistas, como Ysios, diseñada por Santiago Calatrava. Por 25 euros se puede dar un paseo por el viñedo, hacer una visita a la sala de barricas y disfrutar de una cata dirigida. Sin embargo, los que busquen algo más exclusivo, como un tour privado, tendrán que abonar 500 euros.

Bodegas Ysios se encuentra perfectamente integrada en el paisaje

La conocida Viña Real también se encuentra en Laguardia. La bodega fue diseñada por el arquitecto francés Philippe Maziéres y cuenta con la primera tolva vertical instalada en España. En el año 2016 obtuvo el Mérito a la Accesibilidad que concede la Asociación Española de Ciudades del Vino.

Hora de comer

Otro espacio que recibió un galardón de Acevin fue el Centro Temático del Vino Villa-Lucía, una antigua finca de recreo del fabulista Félix María Samaniego que está rodeada de viñedos. Allí se puede conocer la historia con visitas, degustaciones y un visionado de 4D y posteriormente disfrutar de una comida en el asador. De hecho, es uno de los restaurantes mejor valorados en Tripadvisor y recibió el Certificado Excelencia por obtener constantemente la máxima puntuación por parte de los viajeros y cuenta con 17 premios internacionales.

Otro de los establecimientos laguardeses que cuenta con este Certificado de Excelencia es Capricho de Baco, ubicado en la muralla de la villa y que cuenta con una amplia variedad de platos cuidados al detalle. Uno de los clásicos es el ‘Timbal de rabo de vacuno mayor glaseado al vino tinto Rioja con cremoso de patata alavesa’. El precio del menú del día no llega a los 15 euros, mientras que los fines de semana se puede disfrutar de él por 22,90 euros. En ocasiones incluye algunos de los platos típicos de la localidad, como las pochas con chorizo.

La gastronomía de Laguardia es una fusión entre la cocina riojana y la comida vasca. Además de las pochas con chorizo, los platos tradicionales son la menestra de verduras y las chuletillas al Sarmiento. Un buen lugar para probarlos es el restaurante Amelibia, con 4,5 puntos sobre 5, según las valoraciones de sus clientes en TripAdvisor.

Una puntuación similar recibe Pepita Uva. Vino, artesanía y rutas, que recibió el galardón Acevin al mejor establecimiento enoturístico. Cuenta con una enoteca y ofrece visitas guiadas y actividades relacionadas con la cultura, la historia y la gastronomía.

Lo que no te puedes perder

Su construcción es de finales del siglo XIV y su policromía del siglo XVIIEl monumento más importante de Laguardia es la Iglesia de Santa María de los Reyes. El visitante podrá hallar en su interior un pórtico policromado que fue pintado en el siglo XVII, es de los pocos que quedan intactos en España. Pilar F. García de Olano, de la Oficina de Turismo, recomienda visitar otros lugares de interés cultural y artístico, como la Iglesia de San Juan Bautista, la Casa de la Primicia o la Torre Abacial, desde donde se vigilaba el antiguo castillo.

Los amantes de la arqueología también podrán disfrutar del rico patrimonio y sumergirse en épocas pasadas en la Ruta de los Dólmenes, en el Poblado Prehistórico de la Hoya o el Estanque Celtibérico de la Barbacana, con 2.100 años de antigüedad. Aquellos que prefieran disfrutar de la naturaleza deben visitar el Biotopo Protegido de las lagunas, cuatro pequeños humedales que se inundan en época de lluvias y pierden el agua el resto del año.

En las lagunas de Laguardia han llegado a registrarse más de 100 especies diferentes de aves

Dormir entre viñedos

Si llega la hora de descansar y uno se encuentra en Laguardia podrá elegir entre siete hoteles y 11 casas de turismo rural. Uno de los más puntuados en Booking es Bodegas Eguren Ugarte, que ofrece al visitante una vuelta a las raíces de la Rioja Alavesa, a través de una completa experiencia enoturística cuidada al detalle. Su propietario, Vitorino Eguren, abre las puertas de su casa a los visitantes.

Eguren Ugarte cuenta con 2.000 metros de cuevas excavadas en la roca

Desconexión y bienestar son las claves de la oferta del Sercotel Villa de Laguardia en el que, además de alojamiento, el turista podrá disfrutar de tratamientos con aceite de oliva y, como no puede ser de otra manera, otros elaborados con vino.

Otro de los alojamientos mejor valorados es Hospedería de Los Parajes, con 18 habitaciones singulares, spa, restaurante  y un snack bar en un calado en el que se pueden degustar tapas y aperitivos maridados con los mejores vinos de la zona.

Por último, también con cuatro puntos y medio sobre cinco en TripAdvisor, se encuentra el Hotel Castillo El Collado, ubicado en un edificio de principios del siglo XX y que albergaba la Jabonera Tapia y sobrino, de la conocida marca ‘Chimbo’. Cuenta con un restaurante y una torre con vistas de los viñedos que se encuentran en los alrededores.

Al ritmo del pasacalles de San Juan

Un elemento que despierta especial interés entre quienes visitan Laguardia es el carrillón de la fachada del Ayuntamiento, que recrea el baile típico del pasacalles de las fiestas de San Juan, de especial importancia en la localidad. El reloj se encuentra en la fachada del ayuntamiento nuevo y en la misma plaza está la antigua casa consistorial de la villa, que data del siglo XVI.

Las fiestas de San Juan Bautista y San Pedro, que se celebran del 23 al 29 de junio, son famosas por su antigüedad y su sabor tradicional y devuelven la villa al medievo. También tiene interés la Semana Santa, en especial la procesión del Viernes Santo, previa al Descendimiento. Otra fiesta que despierta curiosidad es el Día del Gaiteiro Dulzaneiro, que se celebra en mayo. Durante esta jornada, el pueblo vuelve al medievo, lo que crea el marco perfecto para escuchar este instrumento.

Por último, un elemento que despierta interés entre los visitantes en la época navideña es el Belén que se instala en la Iglesia de Santa María de Los Reyes, formado por 73 piezas. Sus figuras de tela, madera y cuero son articuladas y se mueven al son de los villancicos. La primera noticia que hace mención al altar del nacimiento data de 1749. Además de las fiestas, los momentos de mayor afluencia de turistas a la villa se dan en los meses de agosto y octubre, coincidiendo con la vendimia.