29 octubre, 2019
PABLO LÓPEZ /
Un turista que busca vivir experiencias únicas y que demanda un servicio exclusivo, al tiempo que huye de la ostentación. Así define a los viajeros de alto standing españoles el estudio El viajero de lujo en España. Hábitos de comportamiento, necesidades y tendencias de futuro, en cuya elaboración ha colaborado, como miembro de ObservaTUR, Marcos Franco.
-¿Cómo es el turista de lujo en España?
-El turista de lujo en España es un viajero que quiere un servicio muy personalizado y una atención de 24 horas los siete días de la semana. Aunque es consciente de que pueden surgir imprevistos, porque tiene una cultura de viaje mayor que el común de los turistas, quiere que las incidencias se resuelvan de manera rápida, en cualquier momento del día o de la noche. Lo que buscan estos turistas es la exclusividad. Quieren vivir experiencias que no estén al alcance de otro tipo de viajeros y, con eso, no solo me refiero a la cuestión del precio, porque también buscan esa exclusividad, por ejemplo, huyendo de la masificación. Están dispuestos a visitar el Vaticano, pero no quieren esperar largas colas. Persiguen momentos únicos e irrepetibles, como podría ser contemplar la caída de un glaciar.
-¿Qué relación hay entre esa búsqueda de la exclusividad y la ostentación?
-Aunque buscan la exclusividad, los viajeros de lujo españoles huyen de la ostentación. Demandan un buen servicio, pero no quieren servilismo. Los que están en la parte más alta de este segmento del turismo de lujo son, precisamente, los que más huyen de la ostentación.
«Hay un viajero cuya vida cotidiana también se desarrolla dentro del lujo, que es diferente de un turista premium o de uno que accede al lujo de manera puntual»
-¿Qué segmentos existen en el ámbito del turismo de lujo?
-Es importante analizar los distintos segmentos para conocer este tipo de turismo. Hay un viajero de lujo cuya vida cotidiana también se desarrolla dentro del lujo, que es muy diferente de un turista premium o de uno que accede al lujo de manera puntual, por algún aniversario o celebración. En definitiva, hay algunos para los que el lujo es su territorio natural y otros que son ocasionales. Para unos, por ejemplo, una habitación muy grande no supone un diferencial, porque ya la disfrutan todos los días, y para otros sí puede serlo.
-¿Hay destinos especialmente demandados?
-Los turistas de lujo buscan destinos exóticos. El más demandado, ahora mismo, es Japón. Es un destino que ofrece una importante diferenciación cultural que ya implica, por sí misma, una experiencia para los occidentales. Además, el turista de lujo quiere ir allí precisamente ahora para evitar la masificación que generarán los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Tokio.
«Los viajeros de lujo nacionales están mucho más identificados con los destinos extranjeros y lejanos que con el turismo dentro de España»
-¿Está España preparada para recibir a este tipo de turistas?
-En el estudio, hemos puesto el foco en la actividad emisora, es decir, en el comportamiento de los viajeros de lujo nacionales, que están mucho más identificados con los destinos extranjeros y lejanos que con el turismo dentro de España.
-Aclarada esa cuestión y teniendo en cuenta lo que los españoles buscan en el extranjero, ¿puede España ofrecer esa exclusividad a los turistas de lujo que lleguen al país?
-Si hacemos el ejercicio de extrapolar el comportamiento español al de otros mercados, yo diría que sí. España cuenta, por ejemplo, con alojamientos de cadenas de renombre que pueden ofrecer esa exclusividad y ese trato personalizado.