25 septiembre, 2019
PABLO LÓPEZ /
El presidente del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) y de Balnearios de España, Miguel Mirones, reclama el reconocimiento del termalismo como motor turístico y una mayor colaboración entre las administraciones públicas y las empresas para potenciar el sector. Días después de renunciar a la reeleción para el cargo de presidente de los Miembros Afiliados de la Organización Mundial de Turismo (OMT), Mirones advierte de las consecuencias que pueden tener para el sector turístico problemas como el Brexit, la incertidumbre económica y la masificación.
-Usted incide en la necesaria colaboración de los sectores público y privado a la hora de fomentar el turismo termal. ¿Qué medidas propone para concretar esa colaboración?
-En Galicia está en producción una nueva ley para el uso de los manantiales con fines lúdicos y me consta que hay contactos entre la Xunta y el sector de los balnearios. Creo que podrá demostrarse bien si existe esa colaboración cuando se vea el texto definitivo, si este recoge los planteamientos que se han hecho desde el sector privado. Todos estamos de acuerdo en que el agua es un recurso natural que hay que utilizar, pero hay que utilizarlo de una manera ordenada y nunca fuera de lo que la legislación mande. Debe haber una prioridad absoluta para usos terapéuticos porque, en definitiva, se trata de aguas mineromedicinales.
-¿Cómo puede afectar al negocio de los balnearios la aprobación de esa ley y de otras similares?
-Podría afectar si alterase el actual marco jurídico, que ha regulado la actividad de los balnearios desde el siglo XIX, pero parece que eso no va a ser así. Los empresarios hemos hecho una inversión dentro de un marco jurídico y esperamos que este siga siendo respetado.
«No se puede pervertir el mensaje. Nuestra apuesta es que solo se pueden considerar balnearios las instalaciones que tienen agua mineromedicinal»
-¿Qué importancia tiene el sector termal en España?
-Hay una tendencia permanente de crecimiento sostenido, lo cual indica que la orientación que se está dando es la adecuada. Podríamos decir que el 95% de los clientes de los balnearios españoles son nacionales y que, por ello, el gran reto de futuro es la internacionalización. Ahí hay un margen de crecimiento muy importante. Hay que destacar que se acerca una gran oportunidad, porque el Camino de Santiago ayuda mucho a que turistas extranjeros lleguen a los balnearios.
¿Le parece una buena idea que el Sistema Nacional de Salud incorpore el termalismo a su cartera de servicios?
-Existen países en Europa, como Alemania y Francia, que lo tienen incluido. Cuando eso ocurre, los balnearios se convierten en una herramienta más del sistema de salud y ello provoca que los ciudadanos lleguen a los balnearios desde la infancia para recibir tratamientos. La medida supondría, sin duda, saltar un escalón más dentro del reconocimiento de las aguas mineromedicinales. En España se apostó por concentrar las ayudas para el termalismo en la tercera edad y sería fantástico que se ampliase el abanico.
-¿Qué capacidad tiene el sector termal para la atracción de turistas hacia un país o región?
-Como yo mismo recuerdo en muchas de mis intervenciones, el turismo de balnearios es el origen del turismo en Europa. El fenómeno vacacional comienza en el siglo XIX porque la gente iba a los balnearios. En aquella época la gente no iba a la playa e incluso había cierto rechazo al sol y miedo a bañarse en el mar. Los balnearios fueron los lugares de encuentro durante el período vacacional para aquellas personas que podían permitírselo que, en general, eran de un nivel adquisitivo alto. Alrededor de manantiales y balnearios surgió una gran oferta hotelera, con establecimientos de diferentes categorías.
-¿Qué propone para mantener el termalismo como motor turístico?
-Es muy importante hacer las cosas con rigurosidad. Tiene que estar claro lo que es un balneario y lo que no lo es. No se puede pervertir el mensaje en el mercado. La apuesta que hacemos desde la Asociación Nacional de Balnearios es que solo se pueden considerar balnearios las instalaciones que tienen agua mineromedicinal. Quien no lo es, es un spa o un talaso. Los balnearios tenemos un componente medicinal y terapéutico que nos diferencia y, además, podemos ofertar también el componente lúdico. Esto, por supuesto, puede ser el hecho diferencial de cualquier destino turístico.
«Hay una incertidumbre económica que también afectará a la actividad turística, pero el turismo del norte de España ha tenido un salto cualitativo y ha mejorado su oferta»
-Usted acaba de dejar su cargo como presidente de los Miembros Afiliados de la OMT, al renunciar a la reelección en la última reunión de la organización celebrada en San Petersburgo. ¿Cómo ve la situación del turismo en España y, concretamente, en el norte del país?
-El turismo es una actividad a la que, por su transversalidad, le afectan mucho los movimientos económicos a nivel mundial y fenómenos políticos como el Brexit. Las consecuencias del Brexit para el norte de España pueden ser muy importantes, porque el norte es, en definitiva, la conexión natural y directa que existe con Reino Unido y, de hecho, existen varios puntos de entrada, tanto en avión como en barco. Nadie puede garantizar cómo va a afectar el Brexit y, concretamente, cuestiones como el cambio de las medidas aduaneras. Yo he visto estudios de todo tipo, unos con planteamientos muy optimistas que dicen que no va a pasar nada y otros que alertan de que va a ocurrir la mayor catástrofe del mundo. A mí me gustaría mandar un mensaje de prudencia.
-¿Está preparado el norte de España para afrontar ese gran reto?
-Estoy seguro de que se va a encontrar una fórmula, ya sea a nivel europeo o con acuerdos bilaterales, porque son cientos de miles los turistas británicos que llegan a España. Hay también una incertidumbre económica que afectará a la actividad turística, pero el turismo del norte de España ha tenido un salto cualitativo y ha mejorado mucho su oferta. Tiene herramientas para defenderse en el mercado de una forma importante. A veces echo en falta que exista una mayor coordinación en lo que llamamos la España Verde, que de verdad se haga una apuesta conjunta. Es muy difícil posicionarse en el mercado internacional si, además de la marca general para España, hay otras 54.
-¿Qué opina de la inseguridad que sufren ciudades como Barcelona y del turismo de bajo coste?
-Es importante que se hagan estudios de la capacidad de carga de los destinos turísticos. Eso permitiría emprender medidas para que los flujos de gente no los colapasen y causen molestias para sus habitantes. La saturación es lo que empieza a generar todo el resto de los problemas. Las aglomeraciones siempre favorecen la inseguridad. Deberíamos ser muy conscientes de que el turismo es una gallina de los huevos de oro, pero que solo puede dar un número determinado de huevos al día. Tenemos que se conscientes de la capacidad de cada territorio.