10 diciembre, 2019
PABLO LÓPEZ /
La aerolínea Norwegian ha aportado un nuevo elemento al debate sobre la vinculación entre turismo y cambio climático y sobre la contaminación que generan los aviones, al anunciar que cobrará a sus clientes entre 1 y 4 euros más, en función del trayecto, para compensar la emisión de gases contaminantes.
Mientras la mayoría de las compañías prometen renovar sus flotas con aeronaves más ligeras y eficientes y las organizaciones turísticas y los hoteleros alertan del peligro de imponer tasas al transporte aéreo, la compañía noruega se desmarca con una medida que, aunque presentada como una muestra de conciencia medioambiental, resultará para muchos una simple fórmula para recaudar más.
Norwegian tiene actualmente problemas económicos y sus máximos responsables no han aclarado a qué van a dedicar el dinero extra recaudado con la medida, dos cuestiones que llevarán a muchos a preguntarse qué intereses se esconden detrás del incremento del precio de los billetes. Pese a ello, la compañía está convencida de que sus clientes estarán muy satisfechos de contribuir en la lucha contra el cambio climático pagando más.
«Sabemos que a muchos de nuestros clientes les gustará poder compensar las emisiones de sus viajes», expuso el director de sostenibilidad de Norwegian, Anders Fagernaes, que considera necesario que las aerolíneas adopten medidas para proteger el medio ambiente.
La contaminación que generan los transportes vinculados al turismo está en el centro del debate medioambiental y, con motivo de la Cumbre del Clima que se celebra en Madrid hasta el próximo 13 de diciembre, ha generado dos posturas claramente enfrentadas: la de quienes desean limitar el número de vuelos e imponer restricciones y la de quienes consideran que el transporte aéreo no es tan lesivo para el planeta como algunos lo muestran.
Frente a movimientos como vergüenza a volar, que invitan a los ciudadanos a evitar los viajes en avión, y frente a algunos líderes políticos que sugieren la imposición de tasas; se levantan organizaciones como la Mesa del Turismo, que emitió un comunicado en el que lamenta el interés de algunos grupos por «demonizar» al sector.