15 enero, 2019
Nuevo cambio en las reglas de juego de Ryanair. La aerolínea se convirtió el pasado mes de noviembre en la primera en cobrar por el equipaje de mano (junto a Wizz Air) y ahora da un paso más. La compañía aplica por sorpresa y sin anunciarlo previamente una subida de precios con la que encarecerá nuevamente el precio del viaje sin necesidad de tocar los precios del billete.
La página web de la low cost irlandesa ya recoge las subidas de precios. Así, el embarque prioritario que da acceso a subir una maleta de ruedas a bordo pasa de costar los 6 euros inicialmente anunciados a moverse en una horquilla de entre 6 y 10 euros que la aerolínea no especifica. Esta modalidad, bajo la que se ofrecen unas 90 plazas por avión, es la única opción que tienen los pasajeros para poder subir a cabina una maleta de ruedas de 55x40x20 centímetros de dimensión.
El resto de viajeros que quieran subir un segundo bulto tendrán que pagar unas cantidades más elevadas por introducir el equipaje de mano en la bodega del avión. El precio por subir una pequeña maleta de 10 kilogramos de peso estaba fijado en 8 euros inicialmente (10 euros si el proceso se realizaba una vez completada la reserva). Sin embargo, la propia página web de la aerolínea eleva ahora esta cantidad hasta una horquilla de entre 10 y 12 euros, según el caso. De esta forma, Ryanair llegará a cobrar más caro el equipaje de mano que el propio precio del billete en sus velos de menor distancia, como avanzó Tur43 el pasado mes de noviembre.
Las alzas de precios también podrían afectar a aquellos viajeros que se suben al avión sin equipaje. Y es que según medios británicos, la aerolínea elevará de 20 a 25 euros el precio por imprimir la tarjeta de embarque en el propio aeropuerto.
La batería de subidas de precios en el equipaje de mano en Ryanair se produce apenas unos días después de sellar la paz con los trabajadores de las diferentes bases con unos acuerdo en los que se establece que estos pasarán a regirse por la legislación laboral de sus países y no por la irlandesa. El último país en cerrar el conflicto laboral fue España. Lo hizo la semana pasada y sirvió para anular in extremis la huelga que estaba convocada para los días 8, 10 y 13 de enero.