Una pesadilla. Así definen algunos pasajeros de un vuelo de Ryanair el periplo que vivieron el domingo, 3 de febrero, a bordo una aeronave de la aerolínea de bajo coste que cubre la ruta Praga-Madrid. Permanecieron más de seis horas en la cabina sin poder salir y «sin agua ni comida». Las malas condiciones meteorológicas, según parece, fueron la causa, pero los afectados denuncian que «nadie» de la compañía les dio explicaciones durante esas seis horas que se hicieron eternas.
En realidad, la odisea comenzó mucho antes de embarcar porque el vuelo entonces ya acumulaba un retraso de cinco horas. Una vez en el interior de la aeronave, los 200 pasajeros permanecieron «retenidos», según afirman, retenidos y helados, ya que la temperatura en el interior de la cabina no superaba los diez grados centígrados. Muchos afectados, algunos con crisis de ansiedad y otros al borde de un ataque de nervios, utilizaron las redes sociales para contar su desventura. Finalmente, el vuelo fue cancelado y los viajeros pudieron bajar del avión. La compañía ha pedido disculpas a través de un comunicado.