4 diciembre, 2018
El País Vasco escala posiciones el turismo de congresos. La comunidad foral es una de las que mejor está aprovechando el tirón de un segmento que se encuentra en subida libre en España. Tanto es así que el turismo MICE en País Vasco ya aporta uno de cada seis visitantes (17%) de la comunidad.
Instalaciones como el Kursaal (San Sebastián) o el Bilbao Exhibition Centre se consolidan como referentes de este tipo de turismo en el norte del país. La capacidad de estos recintos, unida a su oferta hotelera y gastronómica han ejercido de gancho para el turismo MICE (reuniones, incentivos, congresos y exposiciones), que realiza una aportación cada vez mayor a la comunidad. Y es que el sector hotelero vasco ingresó solo por esta vía un total de 87 millones de euros el año pasado. La cifra no ha dejado de crecer en los últimos años. Solo entre 2014 y 2017 se dispara un 55%, según un informe presentado este martes por el Gobierno vasco.
La cifra podría quedarse corta el próximo año si se cumplen las predicciones de los expertos. Estos apuntan a España como el país europeo donde más se incrementará el turismo MICE en 2019. Este segmento es uno de los más codiciados por varios motivos. Además de esquivar el desvío de turistas hacia destinos emergentes del Mediterráneo, este segmento permite avanzar hacia un modelo turístico de mayor calidad y menos condicionado al clima.
Según los datos que maneja el Ejecutivo vasco, el llamado turista de congresos –que proviene fundamentalmente de otras comunidades- gasta una media de 133 euros diarios durante su estancia en la región. La cifra casi triplica a la de, por ejemplo, el turista rural.
Además de implicar unos mayores gastos por persona, el turismo MICE supone una fuente de ingresos más estable. Al celebrarse la mayor parte de los eventos fuera de verano y, además, en días laborables, permite impulsar los niveles de ocupación de los hoteles en los momentos en los que más lo necesitan. De esta forma, contribuye a la desestacionalización del sector.