2 agosto, 2018
Según los datos del INE, los españoles realizaron un total de 5,8 millones de viajes entre los meses de julio y septiembre de 2017 y el número de familias con niños que realizan largos desplazamientos crece cada verano. Las familias son uno de los targets en los que ponen sus miras los empresarios hoteleros en los próximos años por sus posibilidades de crecimiento en nuestro país.
Viajar con niños no es una misión imposible, aunque pueda suponer retos importantes para los progenitores. ¿Cómo conseguir que los peques soporten largos viajes en coche o avión? ¿cómo superar los cambios horarios, los problemas por los cambios de alimentación?
Son muchas ya las compañías aéreas que ofrecen algún tipo de entretenimiento para hacer más llevadero el trayecto en avión a los más pequeños. Libretas, pinturas, pegatinas y lo que sea necesario para que el vuelo sea más llevadero para todos.
En el mercado existen, además, toda una serie de complementos que permiten a los usuarios que viajan en familia facilitar sus viajes sin contratiempos: juguetes, mochilas-elevadores, cobertores para asientos, etc, etc…
Esta semana, además, ha visto la luz una iniciativa impulsada por la marca de alimentación infantil Lupilu y auspiciada por Silvia Álava, especialista en Psicología Clínica y de la Salud y en Psicología Educativa y Familiar, han creado la guía práctica de consejos para las smart families en vacaciones.
Regla nº 1: Sobrevivir a los viajes largos con niños
Para las familias con niños estos desplazamientos pueden suponer un quebradero de cabeza. “Antes de iniciar un viaje, es importante explicar a los niños qué vamos a hacer y qué esperamos de ellos” dice Silvia Álava.
La experta asegura además que es fundamental planificar el viaje con antelación, es decir, calcular la duración, pensar en las paradas, su frecuencia y ubicación. Es importante también contar con tentempiés sanos para el camino.
Regla nº 2: Mantener una alimentación equilibrada y saludable
Uno de los principales retos o preocupaciones de los padres españoles este verano está relacionado con la alimentación de sus hijos fuera de casa. Las estadísticas demuestran que los padres españoles tienen cada vez más interés en conocer opciones saludables para estas situaciones, tal y como reflejan las más de 9 millones de búsquedas anuales en Internet en la categoría de alimentación infantil, que ha crecido un 3% con respecto a 2016.
El 86% de los españoles elabora comidas para sus hijos menores de dos años al menos una vez a la semana, pero la situación se dificulta en verano, cuando pasamos más tiempo fuera de casa. Así lo revela el primer estudio nacional sobre “Conocimientos y Prácticas Habituales en la Preparación de Alimentación Complementaria Infantil en España”, realizado por Lidl y la Academia Española de Nutrición y Dietética (AEND) en colaboración con la Universidad Isabel I.
“No te obsesiones si no has tenido tiempo para preparar la comida” dice Silvia Álava, especialista en Psicología Clínica y de la Salud y en Psicología Educativa y Familiar. “Es preferible optar por un tarrito que nos garantice calidad tanto en los alimentos utilizados como en la preparación de los mismos, a sentir angustia o ansiedad por no llegar a todo”, concluye la especialista.
Regla nº 3: Continuar con los hábitos de higiene infantil sin agobios
Las toallas, las palas, la merienda, las cremas solares… son algunas de las cosas que las smart families incluirán en sus maletas este verano. “Las necesidades de higiene de los niños son las mismas en verano, pese a que estemos de vacaciones y pasemos más horas fuera de casa, por eso es recomendable ser previsores y llevar en el bolso un cargamento de socorridas toallitas, pañales o de ropa de recambio”, comenta Silvia Álava.
Regla nº 4: La importancia de la rutina fuera del hogar
“Aunque sea verano y los horarios se relajen, hay que tener en cuenta que los niños tienen que seguir llevando una rutina”, dice Silvia Álava. “Es cierto que los tiempos se relajan y que podemos ser más flexibles, pero no conviene alterar los ritmos de sueño y debemos mantener en lo posible los horarios de comidas”, explica la psicóloga.
Los niños funcionan mejor cuando las rutinas están establecidas, y las normas y límites están claros. Por eso es importante, establecer normas muy concretas y ajustadas a la edad y personalidad del niño, que pueden ser tan simples como “no gritar”, “no pegar” y “obedecer a la primera”. “En vacaciones puede ser de utilidad hacer una reunión con los niños al llegar a nuestro destino, para recordar las normas de casa y especificar que allí también existen las mismas normas”, comenta Álava.
Regla nº 5: El ambiente idóneo para el sueño
“Conseguir establecer hábitos nocturnos y una rutina de sueño es un reto para cualquier padre, más aún cuando estamos fuera del hogar”, explica Silvia Álava. “Realizar las mismas actividades de siempre, en el mismo orden y a la misma hora cada día, ayuda a los niños a autorregular su sueño y a adaptar su ritmo sueño-vigilia”, añade.
Algunas de las rutinas a instaurar estas vacaciones pueden estar relacionadas con el baño, un masaje relajante o con actividades tranquilas. Bañar al bebé y masajearle mientras se le perfuma ayuda también a prepararle para el sueño. Leer un cuento cuando acostamos a los más pequeños, con luz tenue, es otro de los ejercicios que permitirá a los padres españoles preservar el sueño de sus hijos. “Estas rutinas antes de irse a dormir disminuyen el nivel de arousal de los bebés, o lo que es lo mismo, la intensidad de su conducta”, explica Silvia Álava. “De ese modo, estaremos favoreciendo que el niño concilie el sueño con mayor facilidad, pese a los cambios de ambiente que pueda sufrir estas vacaciones”, concluye.