17 diciembre, 2021
Cascadas naturales y lagunas excavadas por volcanes dibujan el paisaje de Azores, uno de los destinos turísticos más sostenibles del mundo. Este archipiélago ofrece experiencias para todos los gustos, que van desde buceo, rutas en bicicleta o senderismo, visitas culturales y hasta actividades de observación de fauna. Además, la gastronomía tampoco dejará indiferentes a los turistas, que podrán deleitarse con todo tipo de productos del mar y la tierra y otros más elaborados.
“Las islas Azores siempre han sido conocidas por ser un destino de vacaciones paisajísticamente impresionante”. Y es precisamente esa belleza natural incalculable y los recursos que ofrece esta región lo que la han convertido en el primer archipiélago del mundo certificado como Destino Sostenible. Otro dato que merece la pena destacar es que desde diciembre de 2019 las Azores cuentan con la certificación del programa Earth Check Sustainable Destination, lo que las convierte en uno de los destinos turísticos más sostenibles del mundo y pone de manifiesto su compromiso en la protección de sus recursos. Y es que este reconocimiento es compartido actualmente por solo 13 regiones en todo el mundo. Si bien este es un hito significativo e impresionante para las Azores, es solo el primer paso en el largo viaje en la búsqueda de la sostenibilidad. Como recuerdan desde el gobierno regional, “estas islas están comprometidas a convertirse en un destino aún más ecológico”.
“Naturaleza a tu alrededor” es un lema que define a la perfección lo que ofrece la región de las Azores. Ese patrimonio natural y único, que incluye biodiversidad marina, flora, fauna, cuevas volcánicas y geopaisajes, parques naturales y jardines volcánicos, entre otros recursos, brinda unas excelentes condiciones para el turismo de naturaleza. Toda esta biodiversidad y geodiversidad, junto con los pueblos y aldeas tradicionales de las islas, presentan oportunidades incomparables para el turismo de naturaleza. Los ejemplos de la calidad y riqueza que esperan ser exploradas incluyen rutas turísticas temáticas (como las basadas en vinos, volcanes y termalismo), numerosos senderos tallados a lo largo de impresionantes paisajes, lugares incomparables para practicar deportes como el buceo y fantásticos campos de golf con vistas al mar y la montaña. Todo ello convierte a estas islas en el lugar ideal para disfrutar de experiencias inigualables en un entorno natural. Además, las Azores también ofrecen otras actividades que los visitantes no deben perderse, como geocaching, avistamiento de ballenas, observación de aves, buceo, y barranquismo.
Las Azores han buscado consolidarse como islas de calidad y excelencia, donde lo genuino y único marca la diferencia y se impone en un mundo globalizado, contribuyendo al desarrollo del patrimonio natural y cultural de la región. La clasificación por la Unesco del centro histórico de Angra do Heroísmo y del Paisaje de la Cultura Viña de la Isla del Pico como sitios del patrimonio mundial es un reconocimiento importante, como lo es la clasificación de las islas de Graciosa, Flores y Corvo como Reservas de la Biosfera. En otras áreas, el archipiélago destaca como un destino turístico de primer orden que respeta los valores ambientales y socioculturales. Diferentes iniciativas y premios nacionales e internacionales así lo atestiguan. Entre ellos destaca la elección del Lago Sete Cidades y del Paisaje Volcánico del Pico como Maravillas Naturales de Portugal, donde a la preservación ambiental y el armonioso desarrollo turístico hay que sumar la amabilidad de sus gentes.
Iglesias, conventos, casas señoriales y casas rurales conforman el patrimonio arquitectónico de Azores e inundan el paisaje de colores, con las paredes blancas y la cantería negra de basalto, ignimbrita y traquita. Entre los elementos más típicos de esta isla también destacan los molinos de viento y de agua, los balcones de hierro forjado, los hornos y las chimeneas, las calles, callejones y veredas y las casas con muros de piedra oscura.
Angra do Heroísmo, en Terceira, es un ejemplo de la identidad arquitectónica de las Azores, por no hablar de los inesperados colores del arcoíris de las fachadas de algunos edificios.
Si lo que busca es cultura, los museos de Azores ofrecen al turista la posibilidad de disfrutar de colecciones etnográficas que reflejan una historia que está profundamente relacionada con la tierra, la cría de ganado, la artesanía y la pesca. La caza de ballenas fue más intensa en las islas de Pico y Faial, según los objetos y relatos de una época llena de hombres valientes. Varias salas de los museos están dedicadas a colecciones de objetos religiosos, pero la mayoría de las piezas todavía se conservan en las iglesias.
Las cuatro muestras principales de la creatividad azoriana son los arreglos florales hechos con escamas de pescado, los llamados “scrimshaw”, muñecos hechos con hojas de maíz y las miniaturas de la médula de la higuera. En cuanto a la cerámica, el tejido y los bordados, los colores brillantes se mezclan con el blanco para lograr varios patrones singulares.
Las artesanía también encuentra su reflejo en la música. Tanto es así que la guitarra local “viola da terra”, heredada de la época de los primeros pobladores, todavía se toca y se fabrica en varios lugares del archipiélago. Además, actualmente los conservatorios de música de las Azores enseñan a tocar esta guitarra, ya que requiere una técnica específica.
Aunque hay algunos gustos comunes en la cocina de las Azores, las recetas de cada isla tienen su propia impronta. Por lo tanto, durante sus vacaciones puede descubrir todos los matices de las Azores a través de un recorrido gastronómico. El pescado es el rey de la gastronomía de las islas y algunos como el atún, el jurel azul, el chicharro, el congrio, la ‘abrótea’, palometa roja y el pez espada son los más frecuentes. Se sirven principalmente en parrilladas, guisos, asados o en caldos de pescado. Entre las delicias del mar que Azores puede ofrecer también destacan las langostas, cabacos, cangrejos, centollos, percebes y las lapas, que se sirven a la plancha, con salsa Molho Afonso o se cuecen en arroz o pan molido. La isla de São Jorge es la única isla que ofrece unas fantásticas almejas.
Pero los platos típicos de Azores no solo incluyen pescado. La ternera de las Azores cuenta con una indicación geográfica protegida y con esta materia prima se elaboran platos como la alcatra (rabadilla) de la isla Terceira, la ternera a la brasa o los bistecs. Los amantes de los chicharrones también podrán disfrutar de esta delicia, que en Azores se sirve con salsa de hígado. En esta lista tampoco hay que pasar por alto las salchichas, la longaniza (que puede ser el plato principal si se sirve con raíz de taro) y el pudin de sangre como aperitivo si se complementa con piña.
Una curiosidad gastronómica de Azores es el cozido das Furnas, elaborado con diversas carnes y verduras, un plato que se cuece mediante el calor geotérmico en una olla que se coloca bajo tierra; u otras delicias como la Sopa do Espírito Santo o el Massa Sovada (pan dulce portugués), que se sirven durante las Fiestas del Espíritu Santo. El pan conocido como bolos lêvedos, típico de Furnas, se puede encontrar en cualquier época del año.
Entre los productos lácteos, en el primer puesto en el ranking se encuentra el Queijo de São Jorge, un producto cuyo tiempo de maduración es el secreto para una sinfonía de sabores y texturas. También destaca el queso fresco, que se sirve con pimenta da terra (puré de pimiento rojo) y cuando el queso es el ingrediente principal del postre se complementa con plátanos o mermelada de tomate de cáscara (conocido por su sabor exótico y perfumado).
Entre las frutas, además de los plátanos y las manzanas, el clima de las Azores favorece las exóticas como la guayaba fresa y la chirimoya. Las piñas y la maracuyá de São Miguel se han ganado el derecho a portar el sello de denominación de origen protegido. En cuanto a la repostería, cada isla cuenta con sus propios productos y los orígenes de muchos de estos dulces se remontan a los conventos y que sorprenden gratamente por sus nombres y sabores.
Por otra parte, el vino se produce en las islas de Pico, Graciosa y Terceira, caldos que complementan con el ya famoso vino verdelho. Cerveza, refrescos, vino fortificado, licor de frutas y brandy completan una oferta diversificada. El té se planta en la isla de São Miguel, agregando otro sabor exótico a los placeres de la gastronomía azoriana.