28 febrero, 2022
El sector turístico español teme las repercusiones de la guerra en Ucrania, entre las que se encuentran el encarecimiento de los combustibles que hará crecer el precio de los billetes de avión, el mayor coste de la energía que derivará en más gasto para los hoteles y la pérdida de turistas rusos motivada por la prohibición de que aerolíneas rusas sobrevuelen el espacio aéreo de los países de la Unión Europea.
Rusia no es el principal país emisor de turistas hacia España, pero los turistas rusos, con un desembolso medio diario de 175 euros, sí se encuentran entre los que más gastan cuando visitan nuestro país. La dependencia del mercado ruso es desigual y se notará con especial incidencia en destinos como la Costa del Sol y Cataluña, comunidad autónoma esta última a la que, en este 2019, llegaron 795.000 rusos y 200.000 ucranianos.
Preocupante es también el alza en los precios del petróleo que, con máximos históricos diarios registrados desde el inicio de la invasión, ya se empieza a notar. Es más que previsible que los precios de los billetes de avión se incrementen de forma considerable, lo que hará que sean menos los turistas que llegarán a España por esa vía.
También causa desasosiego entre los empresarios y profesionales del sector turístico la posibilidad de que la guerra en Ucrania provoque un aumento en los precios de la energía, por ser Rusia uno de los principales exportadores de recursos como el gas natural. Aunque Rusia no es el principal surtidor de gas hacia España, cerrar el grifo del gas ruso provocará un alza de precios a nivel global que tendrá como consecuencias inmediatas mayores costes para los hoteles y una pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos, que dispondrán de menos presupuesto para viajar.
La compañía rusa Aeroflot ha cancelado todos sus vuelos a Europa, en respuesta a la decisión de la Unión Europea de cerrar su espacio aéreo a cualquier aeronave procedente de Rusia. «A raíz de las restricciones concernientes al espacio aéreo aplicadas por las autoridades europeas, Aeroflot suspende, a partir del 28 de febrero de 2022 y hasta nueva orden, sus vuelos hacia el conjunto de los destinos europeos», explica la compañía en un comunicado.
España adoptó la decisión de cerrar su espacio aéreo a los aviones rusos el domingo 27 de febrero, en aplicación de las directrices marcadas por la Unión Europea y en sintonía con otros países comunitarios que ya habían tomado esa decisión. «España procederá al cierre del espacio aéreo a las aerolíneas rusas. Siguiendo las directrices de cooperación marcadas por la Unión Europea, esta medida tendrá efectos en los vuelos operados por las aerolíneas rusas que usen el espacio aéreo español», señala el Ministerio de Exteriores en su cuenta de Twitter.