28 febrero, 2023
Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi son las cuatro comunidades que integran la España Verde, que ha sumado nuevos Soles Repsol para un total de 21 restaurantes. Aunque no hay ningún nombre nuevo en el listado de los tres Soles Repsol, la máxima distinción que otorga la guía, un exclusivo grupo al que el año pasado se sumó un restaurante vasco, la categoría dos Soles Repsol ha sumado seis nuevos restaurantes, cuatro de ellos en Euskadi y dos en A Coruña. La gala de entrega de los Soles Repsol 2023 se celebró este lunes, 27 de febrero, en Alicante.
Según indican desde la Guía Repsol, estos establecimientos «destacan por sus sólidas propuestas con marcada identidad propia, en las que el arraigo, la modernidad y los paisajes que les rodean te sitúan solo con probar cada plato». «Sus cartas reflejan la actualidad de una cocina que nunca se queda quieta», apuntan.
El hotel Villa Favorita, en el icónico paseo de La Concha de San Sebastián, acoge Amelia by Paulo Airaudo, una propuesta «con cierto punto informal» con la que el argentino «reta y seduce a los comensales». Según indican desde la guía, se trata de una cocina «no ajena a los movimientos nórdicos y complementada con un envoltorio estético endeudado con lo pop y los ídolos de infancia del chef, desde Star Wars a Mario Bros».
En Dima, Vizcaya, se encuentra el restaurante Garena, un caserío espectacular que dirige el treintañero Julen Baz y que se encuentra rodeado de viñedo del que salen dos referencias de txakoli. Sus platos suman componentes emocionales e históricos a ingredientes como gallina vieja, vaca betizu, babatxiki (habita), arbigara (brote tierno del tallo del nabo), oveja y ortiga.
Hika es el nombre de un txakoli guipuzcoano y también del restaurante ubicado en la propia bodega. Está dirigido por Roberto Ruiz, «un conocido adalid de la sostenibilidad, el producto de proximidad y la cocina de paisaje que empezó a dar satisfacciones gastronómicas en ‘El Frontón’, añorado templo de la alubia localizado en Tolosa». En Hika se sirve del fuego y de cocinas de leña para cumplir su única promesa: brindar elaboraciones sencillas, cortas y bien ejecutadas de base tradicional y marcado perfil de temporada.
En Ferrol se encuentra O Camiño do Inglés, el restaurante de Daniel López. Recientemente reformado y ampliado, su nombre es un guiño a la variante del Camino de Santiago que arranca en Ferrol. La Guía Repsol destaca que el la propuesta es «premeditadamente informal y desenfadada» y apunta que «la gran cocina abierta permite observar las evoluciones de todo el personal». Se trata de una propuesta contemporánea de marcado acento gallego, pero abierta a influencias internacionales. Tal espíritu se percibe claramente en opciones como el kebab de pulpo o el centollo guisado con lentejas estilo black pepper crab.
El asador O’Pazo se encuentra en un hotel de carretera en Padrón y basa su oferta en la excelente calidad del producto, que trabaja principalmente a la brasa. «Sobre su parrilla se posa carne de vaca rubia gallega, tentación que en casa de los hermanos Manuel y Óscar Vidal (maître y cocinero) convive con otros manjares de la huerta padronesa», apunta la guía, «sobre todo, lustrosos pescados y mariscos de las Rías Baixas y de las lonjas de Ribeira, Rianxo y A Pobra do Caramiñal».
El restaurante Rekondo, en San Sebastián (Guipúzcoa) es el último nombre del listado de restaurantes que se han hecho con los dos Soles Repsol de la guía. La anfitriona es Lourdes Rekondo, mientras que el chef Iñaki Arrieta aplica colorido a platos tradicionales. La guía apunta que es «un recurso fijo en San Sebastián para cuantos demandan regularidad y clasicismo, se trate de una comida de empresa, una celebración familiar o una cita romántica».
Por otra parte, la guía ha reconocido con un Sol Repsol a los restaurantes que consiguen dinamizar el entorno en el que se encuentran. Como indica la Guía Repsol, en muchos de ellos la cocina «crepita envuelta en el humo de las brasas y el amor de los fogones». Uno de los reconocimientos se ha ido a parar a un restaurante de Cantabria
La cartería es el restaurante de Cantabria que se lleva un Sol Repsol este 2023. El chef Enrique Pérez Malagón ofrece cocina de autor en el restaurante, ubicado en una casona del siglo XVIII que se encuentra en Cartes y que dirige Noelia Sánchez. La cartería ofrece opciones de cuchara y propuestas más atrevidas en una cocina con tintes tradicionales.
Siete nuevos Soles Repsol 2023 han ido a parar a restaurantes de País Vasco, cuatro de ellos se encuentran en Vizcaya y tres en Guipúzcoa.
En Vizcaya se encuentra Erro, un restaurante en el que el cocinero madrileño Jorge Asenjo ofrece una gastronomía de auténtica proximidad. Sus platos integran hierbas, plantas y otros ingredientes poco habituales en el recetario vasco y el restaurante se encuentra al pie del monte Anboto, en el espléndido caserío Makatzeta.
También en Vizcaya, aunque más concretamente en Bilbao, se encuentra Kuma, donde el sushiman Daniel Lomana «destila calma, concentración y delicadeza a la hora de trabajar cada corte de pescado a la vista de la clientela que ocupa a diario las mesas de su restaurante especializado en cocina japonesa».
Muy cerca de Bilbao, en Getxo, se encuentra Tamarises Izarra, dirigido por el chef Javier Izarra y ubicado frente a la playa de Ereaga. «Las vistas al mar son así un valor añadido en unos amplios comedores donde se disfruta la propuesta del cocinero vizcaíno»; explican desde la Guía Repsol. Este restaurante es un clásico de las celebraciones familiares y presta especial atención a la merluza.
En pleno monte en Hondarribia se encuentra el asador Laia, un lugar ideal para darse un homenaje de comida a la brasa. Desde la Guía Repsol apuntan que «pese a la notable presencia de huerta y pescado, destaca la oferta de txuletas y su trinchado por parte del parrillero Jon Ayala, quien diferencia los tres músculos del lomo alto (falda, pluma y corazón), sus grasas y el hueso». También apuntan la comodidad de su terraza, su carro de quesos y la atención en sala.
La provincia de Vizcaya suma cuatro nuevos Soles Repsol, mientras que tres restaurantes de Guipúzcoa han conseguido el reconocimiento
Ya en Guipúzcoa, más concretamente en San Sebastián, se encuentra el restaurante Zazpi stm, un lugar donde «la cocina de Paul Arrillaga se ha asentado definitivamente con el cambio de ubicación y concepto que acarreó su traslado de la calle San Marcial, donde mandaban la barra y los pintxos, al Museo San Telmo (San Telmo Museoa), testigo de su definitivo despegue gastronómico en forma de plato».
También en Guipúzcoa se encuentra Espazio Oteiza, la propuesta más accesible e informal de Pedro Subijana. «Se encuentra en un complejo que integra hotel y el restaurante ‘Akelarre’, asomados al mar Cantábrico en los riscos del monte Igeldo», indican desde la Guía Repsol. En la carta se encuentran novedades y algunos de los platos icónicos del chef, pionero de la Nueva Cocina Vasca. «Es el caso de clásicos como la lubina a la pimienta verde y curiosidades recientes como la mamia cuajada a la vista del cliente».
Hamarrat es otra de las propuestas del Guipúzcoa, en este caso dirigida por el chef Andoni Txintxilla, «que dejó de atender el bar restaurante del hogar del jubilado de Zumaia para dar rienda suelta a su talento, su imaginación y su labor de investigación del mundo marino». Se trata de un establecimiento nuevo, de corte gastronómico, y se encuentra en lo alto del barrio de San Miguel de Artadi.
Dos de los restaurantes que se han hecho con un Sol Repsol se encuentran en Galicia, ambos en la provincia de A Coruña. Uno de ellos es Omakase, en pleno centro de la ciudad herculina. Se trata de una barra japonesa que está limitada a ocho comensales y la experiencia se basa en un único menú cerrado y decidido por el chef, precisamente el significado de la palabra omakase. «Mandan las preparaciones sencillas y efectivas, el sushi “purista” y el sushi edomae, amigo de las maduraciones de pescado», indica la guía. El sushiman Adrián Figueroa cuenta con una cámara específica donde transforma producto principalmente de Galicia.
Omasake y Terra son los restaurantes que la guía distingue con un Sol Repsol
También en A Coruña, aunque en este caso en Finisterre, se encuentra Terra, un viejo restaurante que Brais Pichel ha transformado en «un templo de la cocina gallega contemporánea y de mercado». Se encuentra frente a la playa de Ribeira, donde el chef elabora «intensos fondos como hilo conductor de una propuesta que solo disfruta una quincena de comensales en cada servicio».
De Galicia nos vamos a Asturias, y más concretamente a Gijón, donde se encuentra Farragua, un restaurante dirigido por el placentino Ricardo Señorán. Su nombre es Farragua, palabra que se utiliza en Extremadura para hacer referencia a lo desaliñado. Allí sirven singulares pilpiles de verduras, escabeches de cítricos, huevos benedictines, gazpachuelos «y platos que miran a La Vera», indica la Guía Repsol.
El restaurante Married Cocina se inauguró en 2013 en Oviedo, pero desde 2020 comparte ubicación con el hotel Hontoria, en la parroquia que lleva el mismo nombre en Llanes. Entre estofados de su madre y programas de Karlos Arguiñano, César Casado descubrió su vocación, aunque Michel Bras es su principal influencia. Aúna cocina francesa y asturiana.
También en Oviedo se encuentra el Restaurante Pedro Martino, donde el chef hace su propia lectura culinaria de la gastronomía asturiana. Rodeado de montañas y colgado sobre el río Nalón, se trata de una invitación para «comerse la comunidad» y ofrece caldos de pote asturiano y caldereta al estilo de Lastres. Allí las albóndigas son de congrio y la fabada es ‘eco’.
Gijón, Oviedo, Puerto de Vega y Avilés brillan con un nuevo Sol Repsol
Pescado y marisco de calidad en medio de una cocina tradicional destacan en el Mesón el Centro, un restaurante ubicado en Puerto de Vega, donde María Antonia Fernández se encarga de la cocina y José Ramón Pérez de la mesa y la selección de vinos.
Por último, nos desplazamos a Avilés, donde se encuentra Yume, una propuesta culinaria capitaneada por Iratxe Miranda y Adrián San Julián en la torre del Centro Niemeyer, donde el chef ha encontrado su propio» código de sabores». Se inspira en la alta cocina y aprovecha la despensa asturiana, la estudia y la combina con todo aquello que le gusta, independientemente de su procedencia. Mientras, Iratxe se vuelca en tareas de anfitriona y dirección de sala.