26 marzo, 2022
La manifestación del mundo rural que recorrió las calles de Madrid el pasado 20 de marzo sigue dando que hablar y es que era casi imposible que una marcha con 400.000 personas que reivindica actividades como la caza y los toros, que tienen una importante incidencia sobre el turismo en algunos municipios de la España vaciada y que siempre generan opiniones enfrentadas, quedara al margen de la polémica en las redes sociales.
El primero de los frentes de combate entre los cazadores y los que se oponen a la actividad cinegética fue el de la cobertura mediática de la protesta. Mientras los primeros acusan a los medios generalistas de ámbito nacional de obviar el peso verdadero de la caza en la manifestación, los segundos denuncian que se les ha otorgado demasiado protagonismo o que el sector cinegético ha dedicado demasiado dinero de subvenciones a pagar los autobuses para desplazarse a la capital.
Era casi imposible que una marcha con 400.000 personas que reivindica actividades como la caza y los toros, que siempre generan opiniones enfrentadas, quedara al margen de la polémica en las redes sociales
Reportajes como el que hizo El País, que informa de que el sector de la caza gastó 1,4 millones de euros para pagar los 1.185 autobuses que desplazaron a los manifestantes y que detalla incluso de qué comunidades autónomas habían partido más autocares, causaron indignación entre los cazadores, muchos de los cuales consideran que la intención de esa información es la de desacreditar al colectivo y restar importancia al elevado número de manifestantes que secundaron la marcha. Por supuesto, la parte contraria, la de quienes se oponen a la caza, celebró este reportaje y lo compartió de forma reiterada en redes sociales como Twitter.
De haberse quedado la polémica en la guerra de cifras o en el trato dispensado por los medios generalistas a la manifestación, las repercusiones de la marcha del 20M Rural no habrían diferido en demasía de las de otras marchas de protesta, pero un polémico mensaje sobre el papel de la mujer en la caza emitido por el tuitero @juanjo_soriano llevó el enfrentamiento a otro nivel.
«Veo las noticias. Qué pocas mujeres se ven en la mani de señoritos cazadores. Deben estar en casa, fregando, barriendo, haciendo la comida y cuidando a los niños. La España profunda: una, grande y sometida». Así reza el polémico mensaje que, por supuesto, no tardó ni una hora en encontrar respuesta por parte de cazadoras como Pilar Montero, una verdadera influencer cinegética que cuenta en su perfil de Instagram con la nada desdeñable cifra de 76.700 seguidores.
«Fuimos muchas. Déjeme decirle que estamos muy cansadas de estos comentarios machistas, prehistóricos, pasados de moda, fuera de contexto y denigrantes. Las mujeres cazadoras no tenemos que justificarnos en cada acto. Esos seres no saben la pasta de la que estamos hechas», manifestó Pilar Montero a través de su perfil de Instagram, desde el que invitó a otras cazadoras a pronunciarse en la misma línea.
Entre los miembros del colectivo anticaza los hay que fueron un paso más allá de la simple crítica, más o menos encendida, en redes sociales. Ejemplo de ello es la pintada con la palabra Asesinos que apareció en la sede de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha y que, por supuesto, también mereció la respuesta de muchos cazadores.
«¿Y esto qué? Gentuza, intransigentes, dictadores, radicales, incivilizados y mil apelativos más. Que se dediquen a hacer cosas productivas. No vamos a permitir que sigan avasallando. Ellos sólo demuestran que son chusma», expuso Pilar Montero, que ya antes de la manifestación había denunciado la pasividad del Gobierno ante las continuas agresiones y amenazas que sufren los cazadores.