22 agosto, 2022
Lisboa es uno de los grandes destinos turísticos del sur de Europa. La capital portuguesa despliega una imponente oferta de ocio, cultura y gastronomía que consigue cautivar a miles de personas cada verano, especialmente a muchas familias que deciden viajar juntas.
Gracias a sus múltiples puntos de interés turístico, Lisboa es un destino ideal para viajar con niños, ya que ofrece una gran variedad de actividades ‘child-friendly’, destinadas a hacer disfrutar a toda la familia por igual. Si quieres visitar esta ciudad única con tus hijos o hijas, toma nota: estos son los mejores planes para hacer con los más pequeños de la casa.
Situado en pleno corazón de la capital, en la Praça do Comércio, se encuentra este centro interpretativo e interactivo en el que adultos y niños pueden realizar un viaje en el tiempo para conocer la historia de Lisboa de la forma más dinámica y divertida. El museo está equipado con la última tecnología, incluido un teatro 4D en el que se puede experimentar, a través de grandes pantallas y movimientos, el terremoto de 1755 que devastó casi por completo la ciudad.
Los más pequeños disfrutarán conociendo los secretos de las profundidades del océano Atlántico y sus animales marinos con esta visita al segundo acuario más grande de Europa, localizado en Parque das Nações, que ha sido reconocido en varias ocasiones como el mejor acuario del mundo según los usuarios de TripAdvisor. Además, hasta el 9 de septiembre, cuenta con el programa “Vacaciones bajo el agua”, repleto de actividades cuyo objetivo es concienciar a los niños sobre la importancia de conservar la naturaleza.
Muy cerca del Oceanário se encuentra este espacio dedicado a la ciencia moderna, donde es posible participar en diferentes talleres y experimentos, así como observar exposiciones interactivas tan interesantes como “Agua, una exposición sin filtro” o “Dòing”, compuesta por experimentos científicos e incluso la opción de construir una casa del tamaño de los niños.
Otro imperdible de la ciudad es el Planetario da Marinha, también conocido como Planetário Calouste Gulbenkian. Está ubicado en la Praça do Império, en Belém, una de las zonas más turísticas y hermosas de Lisboa, entre el Museu da Marinha y el Mosteiro dos Jerónimos. Se trata del lugar perfecto para dar un paseo en familia por una de las zonas ribereñas de Lisboa y terminar la visita en un lugar mágico para los curiosos de la astronomía y la ciencia.
Nada como montar en el icónico Tranvía 28, que circula entre los barrios de Graça y Prazeres, para aventurarse sobre carriles por los puntos de interés más llamativos de esta zona, como el Castelo de São Jorge, la Catedral, la Baixa, el Chiado y Campo de Ourique, entre otros. Sorprende el diseño tan auténtico y clásico del vehículo, con banquetas de madera y ventanas que pueden abrirse al gusto de todos.
Uno de los puntos fuertes de Lisboa son los innumerable parques y jardines que alberga. El Parque Eduardo VII y el Parque Forestal de Monsanto son dos buenas opciones para desconectar y relajarse dando un paseo entre verdes colores o disfrutar de algunas de sus actividades. En el Parque Forestal de Monsanto es posible alquilar bicicletas para hacer un recorrido por la naturaleza.
Se trata de otro de los lugares más atractivos para los pequeños admiradores del mundo animal. Inaugurado en 1884, el zoológico se ha ido reinventando a lo largo del tiempo llegando a ser uno de los hábitats de conservación de especies más importantes de Europa. Lejos de ser un simple escaparate de animales, este zoo se dedica a la conservación de más de 2.000 especies con programas especializados. Su jardín también es uno de los espacios más destacados, ya que en él se fomenta la preservación de una amplia gama de especias vegetales.
Para los amantes de la ficción, la mitología y el romanticismo, Sintra, a solo 30 min del centro de Lisboa, es el sitio perfecto para disfrutar en familia. Sintra es un lugar místico y el Centro Interpretativo de Mitos e Lendas de Sintra también invita a hacer un viaje a través de la mística, los secretos y el romanticismo de la ciudad; a través de la historia, la música y la literatura; y a través de la escenografía y las experiencias multimedia y sensoriales.
Para los verdaderos amantes de la naturaleza, esta Reserva Natural ofrece uno de los paisajes más deslumbrantes de la región lisboeta. Existe la posibilidad de dar un paseo en barco y descubrir las playas de la Arrábida u observar delfines con nariz de botella, únicos en la costa portuguesa.