7 noviembre, 2022
El enoturismo español ya ha seleccionado a sus mejores representantes durante la temporada 2021-2022, un período de tiempo que ha sido clave para el crecimiento de este modelo turístico. La Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) es la organizadora detrás los VI Premios de Enoturismo ‘Rutas del Vino de España’, que nacieron con el objetivo de reconocer las mejores iniciativas del país promovidas dentro de la marca Rutas del Vino de España. Estos premios, de carácter bienal, suponen un reconocimiento público a la labor y al esfuerzo en el desarrollo de la oferta enoturística de calidad por parte de los cientos de empresas integradas bajo la asociación.
En esta VI Edición se han presentado un total de 93 propuestas, procedentes de 24 de las 36 Rutas del Vino que actualmente forman parte de la marca. Tras la deliberación del jurado, ACEVIN ha emitido un comunicado a medios dando a conocer los ganadores de este año, que recibirán el premio en un acto de entrega que tendrá lugar el próximo 17 de noviembre en el Auditorio del Museo Reina Sofía de Madrid. Será un evento muy emotivo y concurrido, ya que también acudirán los ganadores de la pasada edición, que no pudieron disfrutar de su ceremonia de entrega por la situación provocada por la pandemia. Estos son los ganadores de los VI Premios de Enoturismo:
El jurado ha elegido este ganador por la capacidad de aunar en un espectáculo un gran abanico de disciplinas artísticas (teatro, danza, poesía, performance, humor y música en directo) y enlazarlo con la historia y tradición local, haciendo partícipe en todo ello al mundo y la cultura del vino y presentándolo como un elemento armonizador, catalizador y de identidad.
No te lo puedes perder es la campaña de promoción premiada este año por la originalidad del proyecto, la capacidad de implicar a un público infantil y juvenil; la potenciación de un turismo familiar distinto y atractivo; la formación que lleva consigo; el grado de arraigo y sentimiento de orgullo que genera hacia el territorio rural, el paisaje y la cultura de la vid; por el mantenimiento en el tiempo de una oferta turística de calidad y bien desarrollada, adaptada de un público específico, que redunda en el beneficio de muchos agentes locales y de los propios visitantes y por el desarrollo de un proyecto atractivo para los más jóvenes.
Esta red de miradores ha sido galardonado por su capacidad de generar interés hacia el paisaje y el territorio desde un punto de vista de admiración y respeto, utilizando, además, elementos sencillos que enlazan con la tecnología pero que no implican una invasión del medio ni contaminación visual o de otro tipo.
Desde el jurado subrayan la generación de atracción hacia el paisaje mediterráneo y la unión de dos tipos de productos, el vino y el aceite, el viñedo y el olivar, presentes en casi todo nuestro territorio y determinantes a la hora de explicar nuestra historia y nuestra cultura. Por la acertada integración de elementos estrechamente relacionados con la cultura de la vid y del vino, y que no caben verlos de manera aislada desde el punto de vista del enoturismo.
Entre los motivos que han hecho que Tomelloso se convierta en el mejor municipio enoturístico, el jurado destaca el esfuerzo en la potenciación del territorio y de sus recursos enoturísticos singulares y diferentes (red de bodegas subterráneas, historia tinajera, arquitectura de la piedra seca con los bombos, chimeneas de antiguas alcoholeras, fiestas y elementos etnográficos, etc.) unidos a los naturales, culturales y gastronómicos.
También señalan la creación y mejora de infraestructuras para el desarrollo del enoturismo en la localidad, su apuesta por la sostenibilidad, y el planteamiento turístico del municipio cada vez más enfocado en la cultura del vino.
El enoturismo gallego también sale premiado gracias a una de sus bodegas más prolíficas, Martín Códax. El jurado ha elegido a este ganador por la extraordinaria adecuación enoturística de sus espacios; su calidad y apuesta por la sostenibilidad; la amplia gama de servicios y experiencias que oferta, renovados periódicamente y resaltando los valores y tradiciones locales.
Además, destacan el acertado enfoque en la promoción y comercialización del enoturismo, utilizando recursos modernos, atractivos y de calidad, buscando todo tipo de públicos pero prestando especial atención a los jóvenes para involucrarlos y formarlos en la cultura del vino.
Este hotel ha sido galardonado como el mejor alojamiento enoturístico por su acertada recuperación de un edificio antiguo, integrado en un conjunto monumental bodeguero y en pleno casco histórico de la ciudad de Jerez de la Frontera, en donde se ha sabido
conservar la esencia y el origen del lugar, manteniendo una unidad estética pertinente y con un relato coherente.
El enoturismo español tiene en este establecimiento un gran aliado, gracias al interés en la creación y en la generación de experiencias completas alrededor del mundo del vino y de la bodega, teniendo como guía la calidad y las tendencias actuales para atraer no solo a quien ya conoce la cultura del vino jerezano, sino a nuevos actores y personas que puedan no conocerla tanto y, así, acercarla y explicarla.
Este restaurante ha resultado premiado por su continua labor de transmisión cultural para dar a conocer el mundo de los vinos de Jerez; por la creación de experiencias y una oferta enoturística atractiva y pertinente que realza los valores gastronómicos y enológicos desde el origen hasta la mesa; por el mantenimiento de una calidad constante y por servir de referencia a nuevos establecimientos de su entorno y de otros territorios.
Este establecimiento perteneciente a la Ruta del Vino Arlanza ha sido premiado como el Mejor Establecimiento Enoturístico por haberse convertido en el elemento dinamizador del barrio de bodegas de Baltanás (barrio de bodegas en cerro), impulsando la recuperación de muchas de ellas y la adecuación del entorno como elemento turístico. Además, este local sirve de enlace entre el pasado reciente y el presente dentro de una tradición singular vinculada a las zonas rurales, cada vez más valorada y reconocida, como es la arquitectura popular relacionada con el mundo del vino.
En definitiva, La Zarcera consigue aunar aspectos culturales, gastronómicos y artísticos y enlazarlos a la perfección con el mundo del vino, creando un producto enoturístico destacado y atractivo.
La experiencia “Entre uvas y estrellas” ha sabido unir los atractivos propios de esta bodega con las tendencias turísticas actuales, apostando por el elemento cultural, didáctico y formativo, sin dejar de lado el plano del ocio y la diversión.
Por este motivo, el Hilo de Ariadna se ha posicionado como la Mejor Experiencia Enoturística, al ser capaz de generar un gran interés hacia la cultura del vino; implicándose en la creación de nuevos productos enoturísticos y acercando al público general al momento de la vendimia y la transmisión de enseñanzas.
Estas bodegas destacan por la singularidad de un espacio único que alberga más de 7.000 damajuanas (los recipientes de vidrio que se pueden observar en la imagen de arriba) que crean una estampa onírica y tremendamente atractiva; por la aceptación y la sorpresa que supone de cara a los visitantes de la bodega.
Desde el jurado destacan el mantenimiento de una tradición como es la de la elaboración del vino dorado; por el nexo que supone entre la tradición y la modernidad, especialmente durante este año 2022 declarado Año Internacional del Vidrio y por la posibilidad que ofrece de acercarse a aspectos poco conocidos en el mundo del vino.
El Monasterio de Piedra recibe este premio por su papel dinamizador económico de la comarca, evitando que la despoblación disminuya en los pueblos cercanos, al mantener puestos de trabajo; por todas las medidas llevadas a cabo hasta haber conseguido la más alta certificación en eficiencia energética; por contar con unas instalaciones que permiten el ahorro y garantizan la sostenibilidad en el entorno; por ser capaces de comunicar todo eso y de trasladar un mensaje de respeto y de compromiso social.
Estas bodegas apuestan por la recuperación y adaptación a su uso turístico de un edificio histórico ligado a la familia
Alvear, en el que se han conservado joyas enológicas que se mantienen inalteradas desde su fundación en 1729.
Por este motivo, desde el jurado le han otorgado el premio de Protección y Puesta en Valor del Patrimonio, subrayando su labor de investigación y musealización que muestra documentos y material gráfico y bibliográfico que permite conocer mejor la historia de esta familia bodeguera así como la historia general del vino de Montilla-Moriles, sirviendo como nuevo punto de calidad a la hora de la promoción general y de cara a un público más especializado.
Además de estos premios, el jurado ha concedido un galardón especial al Mérito Enoturístico a José Luis Prada Méndez (de Bierzo Enoturismo), por la dedicación de toda una vida al sector vitivinícola. Además, el jurado ha concedido Menciones Especiales en algunas de las categorías: