27 julio, 2020
«Que Reino Unido exija una cuarentena a los que vienen de España nos favorece, porque desincentiva que venga gente de allí». Así se despachó el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, para dejar claro que a él, el frenazo a la llegada de turistas internacionales, no sólo no le preocupa, sino que le tranquiliza.
Simón no sólo manifestó su satisfacción ante la medida impuesta por Reino Unido, que poco después de sus palabras fue un paso más allá y directamente desaconsejó a sus ciudadanos viajar a España, pues también defendió como positivas las restricciones impuestas en otros países, como Bélgica.
«Agradezco que los belgas decidan no recomendar venir a España. Es un problema que nos quitan. Menos riesgo e importación de casos», declaró un Fernando Simón que, para sorpresa del sector turístico español, tomó un camino totalmente opuesto al de un Gobierno que negocia desesperadamente para evitar que se pierda por completo la campaña de verano.
La decisión de Reino Unido de imponer una cuarentena forzosa de 14 días a todos aquellos viajeros que lleguen al país procedentes de España ha generado una sensación de vuelta atrás entre los profesionales y empresarios del turismo, que contemplan con pavor una medida que amenaza con acabar con la presencia de unos visitantes británicos que, en agosto del pasado año y durante su estancia en territorio español, dejaron más de 2.500 millones de euros.
Todos los expertos consultados por TUR 43 coinciden al señalar que el frenazo a la llegada de turistas británicos supone un golpe de tal magnitud que muchos hoteles deberán plantearse muy seriamente la posibilidad de cerrar sus puertas.