19 noviembre, 2020
Recorridos marítimos y fluviales por la naturaleza, sin ruidos desagradables que rompan la magia y causando un mínimo daño al entorno. Esto es lo que ofrece Xouva 4.90, un barco de paseo, con capacidad para ocho personas, diseñado por el ingeniero gallego José Ballester que ya constituye todo un ejemplo de transporte al servicio del turismo más ecológico.
Al igual que quienes construyeron el Titanic, el impulsor de Xouva define a su creación como “insumergible” aunque, en este caso y según sus palabras, es cierto y está probado. “Aunque se inunden todas las cámaras, el barco sigue flotando”, explica Ballester, que resta importancia a esa característica para recalcar que, lo realmente relevante del vehículo, es lo que lo impulsa.
“Hay muchos barcos de este tamaño que son insumergibles, pero no muchos que sean eléctricos. En el mercado español, Xouva es el único”, apunta el ingeniero, que comenzó esta aventura empresarial en el año 2018.
Por el momento, Ballester ha vendido ya tres barcos, todos salidos de Astilleros Acha, en el municipio pontevedrés de Cambados. Dos de ellos realizan rutas de ecoturismo por Galicia y uno está disponible para que lo alquilen particulares en la isla canaria de Lanzarote.
La primera Xouva que funcionó como recurso turístico es la que, desde el municipio coruñés de Sada, realiza recorridos guiados por el río Mandeo y por otros cauces y costas de la comarca. “Realiza rutas por el Mandeo, hasta Betanzos. Es una zona protegida y reserva de la biosfera. También hace rutas por Ares, Pontedeume… llegando incluso hasta el parque natural de las Fragas do Eume”, informa el creador de Xouva.
El segundo de los barcos tuvo como destino la provincia de Ourense, donde completa recorridos por los parajes próximos a Castrelo de Miño, Arnoia y Ribadavia. “Está vinculado a los balnearios de Caldaria y a la Denominación de Origen Ribeiro. Completa la oferta de Ourense en turismo termal y enoturismo”, expone Ballester.
Más lejos fue a parar la tercera Xouva que ya está operativa. Las playas de la isla de Lanzarote son su campo de actividad, que presenta diferencias con la de sus hermanas que se quedaron en Galicia. “Se alquila sin patrón, para dar una vuelta por la costa. Quienes la alquilan toman el sol, se bañan en el mar… Concuerda más con lo que se entiende por ocio náutico”, comenta el emprendedor gallego.
“Para mí, lo más importante del barco es el hecho de que sea eléctrico, porque es lo que hace que la huella de la actividad turística que realiza sea prácticamente nula. Además, la contaminación no es sólo por la emisión de partículas de la combustión, sino también por el ruido. Se da por sentado que un barco hace ruido y, por eso, una de las mayores sorpresas de quienes van en la Xouva es el silencio”. Con esta frase remarca el fundador de Xouva lo importante que es para él la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente.
La ausencia de ruido, además de evitar perturbaciones para la fauna, hace que la experiencia a bordo sea más gratificante. “Es mucho más confortable, porque los tripulantes están más metidos en la naturaleza”, destaca Ballester.
Xouva es también una embarcación adecuada para personas con movilidad reducida, lo que, como cuenta su creador, se concreta en su propio diseño. “Quiero ofrecer un turismo eco, pero también inclusivo. Son dos valores que en tierra son ya prácticamente obligatorios. La popa es plana y abierta, a diferencia de los barcos que tienen forma de bañera. Esto es bueno, no sólo para los usuarios de sillas de ruedas, sino también para niños, para mayores y para muchas otras personas con movilidad limitada”, relata.
Aunque quiere ir “con calma”, Ballester planea que, en un futuro no muy lejano, su Xouva esté presente en otros lugares de España e incluso de Europa. “Primero, saldremos al resto de España, que tiene muchas zonas donde el barco puede funcionar. Luego ya saldremos a Europa, que es un mercado que ya existe”, avanza.