14 agosto, 2020
Primero, fueron Cataluña, Aragón y Navarra; luego, cayeron Madrid y País Vasco; y, en breve, podría sumarse Baleares. El Gobierno alemán reconoce que el archipiélago, que se ha convertido en el destino español favorito para los ciudadanos germanos, está en el punto de mira por el aumento de los rebrotes en su territorio y que, por tanto, puede sumarse en breve a la lista de regiones de riesgo a las que no se debe viajar.
La posibilidad de marcar Baleares como destino peligroso para los alemanes, algo que traería unas enormes pérdidas económicas para las islas, la puso sobre la mesa la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del país, Maria Adebahr, en una rueda de prensa y tras recibir la pregunta de un periodista.
«Estamos siguiendo muy de cerca las cifras de la Covid-19 en España», dijo la representante del departamento de Asuntos Exteriores, que reconoció ser consciente del repunte experimentado en Baleares durante los últimos días.
La calificación de Baleares como destino peligroso por parte de Alemania tendría además una fuerte carga simbólica, pues fueron precisamente turistas germanos los primeros en llegar a territorio español tras el estado de alarma, al participar en una experiencia piloto, previa a la apertura de fronteras, y con el archipiélago como destino.
Actualmente, son cinco las comunidades autónomas españolas a las que el Gobierno alemán desaconseja viajar: Cataluña, Aragón, Navarra, Madrid y País Vasco. Todas ellas forman parte de una lista más amplia, con alrededor de 130 zonas del mundo a las que el Instituto Robert Koch, entidad de referencia para el Gobierno alemán, considera de alto riesgo. Otros territorios de la Unión Europea que se encuentran en la lista son Amberes (Bélgica), Luxemburgo y algunas zonas de Hungría y Rumanía.
La normativa alemana para frenar la llegada de casos de Covid-19 importados establece que todos los viajeros que lleguen al país procedente de países y regiones de riesgo deben presentar el resultado negativo de una prueba PCR realizada 48 antes de entrar en Alemania o bien someterse al test, una vez allí y dentro de las 72 horas posteriores.
Durante el tiempo de espera por los resultados, en el caso de que la prueba se realice en Alemania, los viajeros permanecerán en cuarentena domiciliaria. La multa para quienes eviten someterse al test puede llegar hasta los 25.000 euros.