15 julio, 2021
Cantabria registró ayer su segundo peor dato de contagios de la pandemia y es por ello por lo que el Gobierno de la comunidad autónoma siente cada vez más la necesidad de cerrar el grifo de la desescalada e imponer un nuevo catálogo de restricciones que incluiría el toque de queda en los 53 municipios con mayor incidencia y que busca atajar los casos de la Covid-19 que surgen en los botellones y otras concentraciones nocturnas.
El Gobierno cántabro ya ha solicitado el visto bueno del Tribunal Superior de Justicia, necesario para establecer medidas como el mencionado toque de queda. El plan del Ejecutivo que encabeza Miguel Ángel Revilla pasa por la prohibición de transitar por la vía pública y de mantener reuniones de más de 6 personas de 1.00 a 6.00 horas.
La idea de limitar al mínimo la actividad nocturna obedece a la certeza del Gobierno cántabro de que buena parte de los contagios registrados se producen en los botellones y demás formas de ocio nocturno que protagonizan los habitantes más jóvenes de la comunidad. Es por ello por lo que se han impuesto ya otras medidas, como la prohibición de vender alcohol a partir de las 20.00 horas.
Cantabria sumó ayer 343 nuevos casos de la Covid-19, lo que supuso el segundo registro más alto de la pandemia. Además, esta comunidad ya conoce de primera mano que los más jóvenes no tienen garantizado evitar el ingreso hospitalario, pues una niña de 10 años y un joven de 28 se encuentran en la UCI.
Frente a lo que pretende Cantabria, se encuentran los planes de comunidades autónomas como Galicia, que ha descartado imponer un toque de queda y que ha puesto en marcha medidas menos restrictivas, como la limitación de las reuniones en las terrazas de la hostelería a diez personas o la obligatoriedad de que se exija PCR o certificado de vacunación para acceder a los locales de ocio nocturno.
La Xunta de Galicia sí coincide con el Gobierno de Cantabria al achacar el incremento de los contagios al ocio juvenil y, especialmente, al que se desarrollar en horario nocturno en los botellones y en las discotecas. “Se están derivando los casos positivos hacia la población más joven. No es la misma la situación en cuanto a vacunación y también hay que insistir en que la gravedad de la Covid va pareja a la edad de la población. Hemos hecho un modelo diferente, que irá cambiando día a día con todos esos factores”, expuso esta misma semana la directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán Parrondo.