28 enero, 2020
REDACCIÓN /
La aparición del coronavirus en China, que ya se ha cobrado más de 100 vidas y ha afectado a 4.500 personas, tiene fuertes repercusiones para el turismo. China exige a sus ciudadanos que justifiquen cualquier viaje al extranjero, pues únicamente les permitirá salir si existe “una necesidad particular”, mientras que países como Estados Unidos ya han emitido comunicados en los que aconsejan a sus ciudadanos que no visiten el país asiático.
“Si no hay una necesidad particular, se recomienda aplazar el viaje”. Así se expresan las autoridades chinas en el comunicado en el que llaman a sus ciudadanos a evitar desplazarse al extranjero y visitar la región de Hubei, en la que se inició el brote.
Nadie quiere correr riesgos con el virus y los países desean evitar que se produzcan casos en su territorio. Estados Unidos, un país que sirve como referencia a muchos otros y que siempre suele ser de los primeros en pronunciarse ante este tipo de crisis, emitió un comunicado de advertencia.
“Algunas zonas tienen un riesgo incrementado”, recalca el comunicado en el que el Departamento de Estado invita a los estadounidenses a “reconsiderar” sus planes acerca de viajar a China en este momento.
Más de 200 millones de turistas chinos saldrán de su país en 2020. Solo en 2018, los ciudadanos del gigante asiático protagonizaron 150 millones de viajes al extranjero y gastaron 235.330 millones de euros. Las políticas favorables de visados, las nuevas rutas de vuelo, las tasas de cambio y la mejora en los servicios para turistas hacen previsible un aumento de esas cifras a corto y medio plazo.
En cuanto al perfil del ciudadano chino que viaja Europa, merece la pena destacar que el 62,9% son mujeres y que la franja de edad más representada, con un porcentaje por encima del 50%, es la de los nacidos en las décadas de 1950 y 1960.