6 abril, 2020
La suspensión de los actos y las procesiones propias de la Semana Santa, a causa de la crisis sanitaria del Covid-19, ha provocado que algunas Comunidades opten por promocionar sus celebraciones recurriendo a vídeos y fotografías de otras ediciones. Es el caso de Castilla y León, donde la Semana Santa goza del reconocimiento de Interés Turístico Internacional en ocho municipios y ciudades: León, Salamanca, Zamora, Ávila, Palencia, Valladolid y Medina del Campo y Medina de Rioseco, también en la provincia vallisoletana.
De esta forma, Turismo de Castilla y León ha puesto en marcha una videoteca que permite dar a conocer las principales procesiones de la Semana Santa en esta Comunidad en la que el silencio, signo distintivo de sus procesiones, se hará más patente que nunca.
A nivel económico, el sector turístico de Castilla y León notará, y mucho, la crisis del Covid-19 en sus ingresos. Y es que en 2019 la Comunidad batió su récord de visitantes, ya que superó los 357.000, un 11% más que el año anterior, lo que se tradujo en un impacto económico de 67,9 millones de euros.
La tradición de la Semana Santa en León se remonta al siglo XVI y las tallas que recorren sus calles tienen un importante valor artístico. La devoción que se respira en la ciudad es otro de sus signos distintivos, según informan desde el departamento de Turismo de Castilla y León, con sus 16 cofradías y hermandades. Una de las procesiones destacadas es la que tiene lugar el Jueves Santo a las 00:00 horas cuando los cofrades de Jesús Nazareno desfilan por todas las calles de la ciudad durante toda la noche acudiendo a las autoridades para anunciar la salida de la procesión de los Pasos.
La Semana Santa zamorana destaca por su austeridad y silencio. Las hermandades desfilan de noche y de madrugada con valiosas imágenes de diversas iglesias de la ciudad y sus procesiones están cargadas de “momentos musicales únicos y otros de silencio estremecedor”.
En Salamanca una de las tradiciones es la celebración de los Oficios en la capilla vieja de la Universidad durante el Jueves Santo y todos los catedráticos visten sus galas académicas, hacen turno de vela y son incensados. Cuando antiguamente ‘los oficios’ se rezaban por la mañana, a los claustrales se les obsequiaba con un desayuno a base de chocolate, bizcochos y azucarillos.
En Ávila, una de las procesiones más importantes es la que se celebra el Miércoles Santo, la del Cristo de las Batallas, que sale del convento de Mosén Rubí. La imagen titular es un pequeño busto del siglo XV que acompañó a los Reyes Católicos en sus campañas bélicas, de aquí su nombre.
La tradición de la Semana Santa en Valladolid arrancó en el siglo XV pero, tal y como se conoce hoy, se debe a la iniciativa del Arzobispo Gandásegui en 1923, quien impulsó la recuperación de los pasos, su restauración y la creación de nuevas cofradías, actualmente son 20 las que forman la Semana Santa vallisoletana.
En Medina de Rioseco todos los pasos son portados a hombros por las calles medievales de esta localidad. Turismo de Castilla y León destaca la salida de los llamados Pasos Grandes, correspondientes a La Crucifixión y El Descendimiento. Las primeras cofradías penitenciales riosecanas nacieron al amparo de los franciscanos en el convento de la localidad en el XV.
También en la provincia vallisoletana, pero en este caso en Medina del Campo, la Semana Santa goza del reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Internacional. Cuenta con las procesiones más antiguas de España, instituidas por el dominico San Vicente Ferrer en 1411. Destacan La Procesión de la Caridad, Procesión de la Vera Cruz, La Procesión del Encuentro y La Procesión del Silencio.
Para finalizar la lista de las celebraciones de Semana Santa con este reconocimiento a nivel mundial hay que destacar las procesiones de Palencia, donde permanecen activas cuatro de las cofradías más antiguas, creadas a partir del Concilio de Trento. Las tradicionales carracas son sustituidas en Palencia por el original “tararú” que identifica las paradas y reanudación del desfile a través del toque de trompeta y el coro de niños. Gran tradición popular tiene La llamada de Hermanos, cuando se convoca a los cofrades con toques de corneta y se golpean las puertas con varas durante las noches de la Semana de Pasión.