11 junio, 2020
¿Es legal que bares y restaurantes suban los precios para compensar los gastos que conlleva el cumplimiento de los protocolos sanitarios frente al coronavirus? ¿Pueden los locales de hostelería fijar un tiempo máximo de permanencia o un número mínimo de consumiciones para ocupar la mesa de una terraza? La respuesta a ambas preguntas es afirmativa según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que advierte, sin embargo, de que los dueños de los establecimientos deben avisar al cliente.
“Puede ser exagerado, pero es legal”, apunta la OCU sobre el incremento de precios que, según la organización, para constituir una buena práctica empresarial, debe conllevar un coste ajustado al precio real y repartido entre el hostelero y el cliente.
La OCU explica que el aviso es necesario en todo caso, de forma que el cliente disponga de toda la información a la hora de decidir si desea consumir o no en un determinado local. De recibir la cuenta con un sobrecoste acerca del que no se le hubiera advertido, el consumidor puede rechazar el pago y denunciar ante el organismo competente.
Mascarillas, geles desinfectantes, personal adicional para la limpieza y desinfección… Todo se traduce en gastos para una hostelería que ya está en una situación comprometida por el tiempo durante el que los negocios permanecieron cerrados y por restricciones como la limitación de aforo.
Aunque prefiere no hablar directamente sobre cambios en los precios, Hostelería de España sí lamenta la carga que conlleva para la tesorería de los negocios la seguridad sanitaria frente al coronavirus. “Nosotros de precios no hablamos. Lo que sí es evidente es que toda esta situación está suponiendo en los establecimientos un incremento muy importante en los costes por el abastecimiento de EPIS”, explica a TUR 43 el secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego.
Un ejemplo de estos gastos “extendidos en el tiempo” es el derivado de la compra de mascarillas. “Las mascarillas tienen un tiempo máximo de uso de cuatro horas y, con una jornada normal, se van a gastar un mínimo de dos por trabajador y día”, apunta Gallego.