14 mayo, 2020
Entidades favorables a la legalización del cannabis estiman que dar vía libre al consumo de esa droga, debido en parte al turismo que llegaría con ello, reportaría a España más de 1.200 millones de euros anuales. Aunque todavía no se encuentran, ni mucho menos, en la situación legal de bares y restaurantes, las asociaciones cannábicas, como hicieron los establecimientos hosteleros y turísticos, han elaborado para sus clubes un protocolo frente al coronavirus.
Entre las medidas más llamativas que recoge el documento, redactado por la Confederación de Federaciones de Asociaciones Cannábicas (ConFac), se encuentran la prohibición de compartir porros y mecheros, la recomendación de utilizar ceniceros de un solo uso y fabricados con materiales reciclables, la retirada de billares y futbolines y un control de los accesos que impida que entren miembros de colectivos vulnerables.
Por supuesto, todas las medidas específicas vinculadas al consumo de cannabis están acompañadas de las que se aplicarán en cualquier local, como el uso de mascarillas y guantes por empleados y socios, la reducción del aforo, la presencia de geles desinfectantes, la ventilación de las estancias y el refuerzo de las tareas de limpieza.
“El protocolo tiene como objetivo remarcar aspectos clave de cara a la contención del virus, adaptando las medidas y recomendaciones del Gobierno a la doctrina que guía nuestras actividades y a las especificidades del sector”, explica ConFac acerca de su propuesta para evitar contagios en los clubes para el consumo de esta droga.
Aunque en España carece de una regulación similar a la de urbes como San Francisco y Ámsterdam, a las que llegan multitud de visitantes foráneos para poder consumir sin restricciones, ciudades como Barcelona se han convertido en foco de atracción para amantes del cannabis en los últimos años. Una cifra que ilustra el impacto económico y turístico que llevaría aparejado la legalización son los 400 millones de euros por impuestos directos que ingresó Países Bajos durante el pasado año.
La crisis del coronavirus supone, según las asociaciones cannábicas, una buena oportunidad para que el Gobierno regule, de una vez por todas, un sector que, por el momento, se mantiene en una especie de limbo legal. “La crisis provocada por la epidemia de Covid.19 ha puesto de manifiesto la necesidad de una regulación de este sector, que ha quedado desamparado durante el período de cuarentena”, apuntan desde ConFac.