5 octubre, 2020
Implementar dinámicas de actuación ante situaciones de emergencia como la Covid-19 es uno de los retos de los destinos rurales que, a pesar de la situación sanitaria provocada por la pandemia, que puso en jaque al sector turístico, obtuvieron muy buenos resultados este verano. De hecho, la ocupación media aumentó un 14% en julio y agosto con respecto a 2019. Los representantes de los municipios finalistas del concurso Capital del Turismo Rural 2020, premio que recibió este fin de semana la localidad de Potes (Cantabria), se reunieron para abordar los retos para los próximos meses.
Artenara (Gran Canaria), Aýna (Albacete), Cazalla de la Sierra (Sevilla), Colombres (Asturias), Guadalupe (Cáceres), Leitza (Navarra), El Rasillo de Cameros (La Rioja), Rascafría (Madrid) y Santo Domingo de Silos (Burgos) son los municipios que estuvieron representados en el encuentro, en el que anunciaron metas como la incirpiración de medidas de seguridad e higiene y asesoramiento para los empresarios turísticos en sus necesidades financieras.
A mayores de los compromisos relacionados con los cambios provocados por la pandemia, los finalistas del certamen Capital del Turismo Rural 2020 también apuntaron la necesidad de establecer mecanismos que analicen el nuevo perfil del turista, potenciar un turismo responsable y sostenible y luchar contra la estacionalidad e incluso tomar medidas para dotar a los municipios de las infraestructuras necesarias para acoger a este nuevo turista. Además, entre estos compromisos también se incluye la necesidad de contemplar el turismo rural como instrumento para dar visibilidad a los municipios y contribuir a la repoblación.
En cuanto al desarrollo rural inteligente, los representantes de estos diez municipios recogieron la necesidad de diseñar estrategias para incorporar la tecnología como instrumento, potenciar la convivencia del turista y el residente y apoyar el emprendimiento de colectivos en riesgo.