13 agosto, 2019
PABLO LÓPEZ /
La empresa Rubine e Hijos es la consignataria de la mayoría de los cruceros que atracan en el puerto de A Coruña y, por ello, una de las principales responsables de los buenos resultados obtenidos por la ciudad en cuanto a llegada de turistas por vía marítima. Su director, Luis del Moral, comenta a TUR 43 su deseo de que el traslado de mercancías al puerto exterior incremente la capacidad de los muelles urbanos para albergar grandes barcos de pasajeros y se muestra muy crítico con quienes acusan al turismo de cruceros de ser poco rentable o demasiado contaminante.
-¿A qué atribuye los buenos resultados del turismo de cruceros en A Coruña y la caída de los mismos en Vigo?
-Detrás de los datos de A Coruña está un trabajo de mucho tiempo. Desde luego, no es algo puntual. Con respecto a Vigo, creo que no es nuestro rival y que nosotros no somos el suyo.
-¿Cómo pueden mejorar los servicios que el puerto y la ciudad de A Coruña ofrecen a los cruceristas?
-Estamos ahora mismo hablando con las instituciones y, concretamente, con el Ayuntamiento que, ahora, ha cambiado de manos. No me gusta mucho comentar los asuntos que tratamos hasta que estén resueltos.
-Siempre se habló de la importancia de que los comercios abran los domingos y los festivos para que los cruceristas que lleguen esos días no encuentren todo cerrado.
-Cada vez abren más comercios y, la verdad, es que es algo muy necesario para dar servicio al pasaje y a la tripulación. Estamos mejorando también en eso.
«Los que critican el turismo de cruceros son personas que, cuando ven que al vecino le va bien, en lugar de apoyarlo, intentan hacer algo para que le vaya mal. Afortunadamente, esa mentalidad va cambiando poco a poco»
-¿Qué les diría a quienes critican que los cruceros dejan poco dinero en la ciudad porque los turistas que llegan en los barcos se quedan poco tiempo y tienen las comidas pagadas a bordo?
-Hay un estudio que dice que el turismo de cruceros dejó 15 millones de euros en A Coruña durante el pasado año. El estudio recoge datos proporcionados por el Ayuntamiento, por la Autoridad Portuaria y por la Cámara de Comercio y se ha basado, entre otras cosas, en las preguntas formuladas a los pasajeros acerca del gasto realizado. A ese gasto de los pasajeros hay que sumar el pago de las tarifas portuarias por entrar y salir, que también deja dinero en la ciudad. Los que critican el turismo de cruceros reflejan muy bien el dicho gallego de que o falar non ten cancela. Cuando ven que al vecino le va bien, en lugar de apoyarlo, intentan hacer algo para que le vaya mal. Afortunadamente, esa mentalidad va cambiando poco a poco.
-¿Qué ventajas competitivas tiene A Coruña como ciudad receptora de cruceros?
-Es una ciudad idónea por muchas cosas, entre ellas, por el hecho de que en el centro hay pocas cuestas. Muchos cruceristas son personas mayores y eso es perfecto para ellos, es un punto a nuestro favor.
-Últimamente también han surgido críticas por la contaminación que generan los grandes barcos de pasajeros. ¿Qué opina usted de eso?
-Efectivamente, un barco contamina. Lo que no mencionan los que formulan esas críticas es que, por ejemplo, los barcos no pueden quemar fuel una vez están dentro del puerto de A Coruña, pues están obligados a quemar diésel. Un crucero es una ciudad pequeña y claro que contamina, pero ¿no contaminan acaso los coches y las calefacciones? Nuestra forma de vivir está, actualmente, basada en el petróleo y el petróleo contamina. Hay que ir a la idea de contaminar menos y están empezando a sacar barcos menos contaminantes. Pero hay que tener en cuenta que un barco de ocho años puede cambiarse, porque ya se ha amortizado; pero para hacerlo con uno más nuevo hay que esperar más.
«La capacidad del puerto es la que es. Hay días en los que hay tres cruceros y no caben más. El año pasado tuvimos barcos en el muelle de San Diego, que no es para cruceros y que tuvimos que adecuar»
-¿Los próximos años serán de estabilidad, de disminución o de crecimiento?
-Ahora mismo estamos estabilizados. El año pasado hubo 118 cruceros y calculo que este año llegaremos a los 120. La capacidad del puerto es la que es. Hay días en los que hay tres cruceros y no caben más. Estamos en pleno proceso de traslado del tráfico de mercancías al puerto exterior y, después de eso, quedará más espacio. El año pasado hemos tenido barcos incluso en el muelle de San Diego, que no es para cruceros y que tuvimos que adecuar.
-En ciudades como Barcelona hay quien sostiene que el incremento del número de cruceros es uno de los factores que propician la masificación del turismo.
-Nosotros aquí no estamos masificados, así que eso, por ahora, no nos preocupa.