8 abril, 2021
Con el objetivo de captar visitantes en uno de los mercados con mayor potencial de crecimiento y con el de retomar la actividad en la esfera internacional, Turismo de Barcelona viajará la próxima semana a las ciudades rusas de Moscú y San Petersburgo. La expedición busca vender a la ciudad catalana como destino de cara al período veraniego, momento en el que los responsables del consorcio confían en que el proceso de vacunación esté avanzado.
“Con el proceso de vacunación avanzado, el certificado verde digital y una vez pasada Semana Santa, cuando se han visto las ganas de viajar, vemos finalmente la luz al final del túnel. Es el momento de salir para dar un mensaje de seguridad y explicar que hemos hecho los deberes y hemos estado trabajando durante todo este tiempo para reactivar un sector muy transversal que ha visto caer un 90% su facturación y que tiene un importante impacto económico en el PIB y en los puestos de trabajo”, explica sobre la misión promocional a Rusia el presidente de Turismo de Barcelona, Eduard Torres.
La visita a las ciudades rusas servirá para que el personal de Turismo de Barcelona transmita a los agentes y operadores del país la imagen de la capital catalana como una urbe segura que aporta experiencias para un turista de alto poder adquisitivo.
Los visitantes rusos, según informan desde Turismo de Barcelona, otorgan mucha importancia a la identidad propia, valoran la amabilidad y se sienten atraídos por la cultura y por el patrimonio arquitectónico.
Durante su estancia en Barcelona, el turista ruso gasta, sin contar el transporte y el alojamiento, 446 euros por por persona, muy por encima del de la medida de los visitantes, que se sitúa en los 345 euros. Las diferencias crecen aún más en la inversión en alojamiento, de 406 euros en el caso de los rusos y de 270 euros de media del total.