16 diciembre, 2019
MARÍA EIMIL /
La masificación turística se ha convertido en un problema para algunas ciudades como Madrid o Barcelona, «generando en muchas ocasiones turismofobia«. También empieza a ocurrir en otros destinos cada vez más visitadas, como Segovia o Toledo. Precisamente por ahí pasa uno de los principales retos de los guías turísticos para el próximo año: «convertir la turismofobia en turismofilia«.
«Se trata de buscar soluciones para dar la vuelta a la tortilla y para que tanto el visitante, como el anfitrión, estén encantados», explica Almudena Cencerrado, la presidenta de Cefapit, la asociación que aglutina a más de 15.000 guías turísticos de España.
Evitar que los grupos grandes de turistas colapsen las calles o no utilizar los audífonos por las noches, «medidas son de sentido común, que a veces es el menos común de los sentidos», señala Cencerrado, son algunas de las cosas en las que los guías turísticos podemos «poner de nuestra mano».
En los últimos tiempos, los free tour se han convertido en una de las principales amenazas para el sector de los guías, que tras el último congreso celebrado a nivel nacional en Zamora, ha decidido dejarlo «en un segundo plano» para centrarse en otras metas, como la profesionalización.
Otros retos son la formación continua, «un pilar fundamental», ya que «un profesional tiene que estar siempre al día», subraya la presidenta de Cefapit, y la promoción turística con una plataforma particular.
El congreso celebrado en Zamora entre el 11 y el 14 de diciembre que reunió a nivel nacional a los guías arrancó con una mesa redonda sobre los cambios en la profesión. En el marco de este encuentro, los profesionales pudieron visitar la comarca de Arribes del Duero, ubicada entre las provincias de Salamanca y Zamora, y los distritos portugueses de Braganza y Guarda. También conocieron de primera mano Puebla de Sanabria, uno de los pueblos más bonitos de España.