21 febrero, 2020
MARÍA EIMIL /
«No me voy a morder más la lengua», señala Almudena Cencerrado. Ella es la cabeza visible de Cefapit, la confederación que aglutina a los guías turísticos de España, profesionales que, portando o no un paraguas, descubren a los visitantes los secretos que esconden los distintos rincones del país haciendo uso de sus conocimientos sobre el patrimonio, la historia, el arte y, como no puede ser de otra manera, los idiomas.
Como cada 21 de febrero, estos profesionales celebran su Día Mundial, una jornada «muy emotiva» para ellos. Según explica Cencerrado, hoy entregarán una placa a aquellos que valoran su trabajo. Se refiere, en este caso, al Arzobispado de Toledo (con sus siete monumentos), que recibirá un reconocimiento por su apoyo a estos profesionales que, por otra parte, echan de menos que los políticos «que se llenan la boca hablando de calidad», trabajen para defender al sector, «especialmente perjudicado» en algunas zonas de España.
«Aragón está regalando el carné de guía, sin idiomas ni conocimientos específicos», claro ejemplo, para Cencerrado, del abandono que sufren los guías turísticos, aunque, en su opinión, tampoco se quedan atrás Andalucía y Castilla La Mancha. En esta última «no hay decretos nuevos desde 2008» y ahora se está preparando uno nuevo que «lo único que hace es tirar por el suelo la profesión de una forma desastrosa, con una política liberalizadora de ‘todo vale'». «Ve a la tienda de la esquina, compra un paraguas y ya eres un guía», ironiza Cencerrado.
«El principal reto para nosotros sigue siendo, como cada año, la profesionalización. Es la única forma de luchar contra el desastre que están generando los políticos con su forma de actuar, ya que en muchas regiones están legalizando al intruso», señala Cencerrado, «nuestra arma es la calidad, porque hay mucha gente que busca entretenerse, disfrutar, pero quiere a un profesional, alguien que le cuente la verdad».
En clara alusión a los free tour, la representante de Cefapit habla de «chavales que están horas buscando clientes» y que «viven de las propinas, porque necesitan unas pelillas» e insiste en que no se queja de ellos, sino de la voluntad política: «aquí estamos todos librando una guerra que no es la nuestra».
Al margen de los problemas a los que se enfrentan los guías turísticos, estos profesionales se unen en este 21 de febrero para ofrecer a sus clientes visitas guiadas a cambio de alimentos no perecederos, «para destinar a Cáritas, al Banco de Alimentos y a otras entidades sociales». Esta acción se desarrollará en distintos puntos de la geografía española, como Soria, Ávila y Toledo.