25 mayo, 2022
Son muchos los tesoros que ofrece Gran Canaria y los atractivos turísticos con los que, más allá del sol y playa, nos sorprendió a los periodistas coruñeses que viajamos a la isla por cortesía de la aerolínea Binter y del Patronato de Turismo de Gran Canaria. Uno de los más curiosos es el que esconde Finca La Laja-Bodega Los Berrazales, una explotación ubicada en el valle de Agaete donde, además de producirse vino, se cultiva café.
Tal y como nos explicó el gerente del negocio, Víctor Lugo, el valle de Agaete es «el único sitio de Europa y el sitio más al norte del mundo donde se cultiva café», pues, si bien esta actividad se está recuperando en otras islas del archipiélago canario, como La Palma y La Gomera, «es aquí donde hay una tradición de más de 200 años y donde cerca de 50 familias se dedican a ello».
Los turistas que llegan a Gran Canaria y los vecinos de la isla tienen la oportunidad de adentrarse en los secretos del cultivo del café participando en las visitas guiadas por la finca que se realizan los siete días de la semana. La experiencia sirve para descubrir hasta qué punto el café es mucho más que el producto final que llega a la taza y que, para obtener un resultado de la máxima calidad, es necesario controlar muchos factores y, sobre todo, mimar mucho a las plantas, a las que, por su belleza y delicadeza, Víctor Lugo compara con las mujeres.
«Con las plantas de café pasa como con las mujeres, que necesitan bastante cariño, son delicadas…», comenta con una sonrisa el gerente de Finca La Laja-Bodega Los Berrazales acerca del cuidado que requiere un cultivo de una planta que se beneficia del calor húmedo del valle de Aagaete y que «siempre tiene que estar plantada a la sombra».
«Con las plantas de café pasa como con las mujeres, que necesitan bastante cariño, son delicadas…», explica con una sonrisa Víctor Lugo, gerente de Finca La Laja-Bodega Los Berrazales
Sobre los plazos, Lugo apunta que la planta comienza a dar café a los tres años y que, a los siete, ya se considera adulta. «Una planta adulta da 7 kilos de café cereza y 7 kilos de café cereza equivalen a 1 kilo de café tostado y molido y 1 kilo de café tostado y molido equivale a 120 tazas», explica el gerente de la finca.
El fin que persiguen los responsables de Finca La Laja-Bodega Los Berrazales va más allá del simple cultivo del café y es que, según nos explicó Víctor Lugo, quieren «crear cultura del café», para que la gente conozca un cultivo que, en contra de lo que muchos podrían pensar, no es precisamente rentable.
«Producir café no es rentable, lo que es rentable es vender tazas de café. La gente suele conocer el café de Agaete por dos motivos: porque es muy rico y porque lo ven caro. Yo le doy la vuelta a ese segundo argumento y digo que no es caro sino que, más bien, el del resto del mundo es muy barato. La mayoría del café procede de Sudamérica, África y Asia, donde hay unas condiciones laborales que no existen, sueldos que se cobran en función del volumen de producción… Nosotros intentamos sacar un producto gourmet. Con el vino ya se ve como algo normal que haya diferencias de precio entre las botellas», precisa Víctor Lugo.
La tradición cafetera de Agaete ha llamado la atención de mucha gente, incluso de famosos. «El pasado agosto, Manolo Blahnik, el de los zapatos, nos mandó 10 kilos de café para que se lo limpiáramos y se lo enviáramos a Nueva York. Intentamos cambiárselo por zapatos, pero no quiso», comenta entre risas el gerente de Finca La Laja-Bodega Los Berrazales, que nos obsequió a los periodistas coruñeses que visitamos su propiedad con un paquete de café que, por cierto, estaba delicioso.