1 junio, 2020
Los hoteles y restaurantes de Paradores reabrirán al público el próximo 25 de junio y lo harán con el firme propósito de convertirse en un referente de seguridad sanitaria. Para ello, al escrupuloso cumplimiento del protocolo coordinado con el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), la cadena pública añadirá “medidas propias”.
Los “procedimientos estrictos de higiene y distanciamiento” que pondrá en marcha Paradores afectarán a todas las estancias de los hoteles y conllevarán cambios en los hábitos de clientes y trabajadores.
Estas son algunas de las transformaciones que servirán para blindar a los alojamientos frente al Covid-19:
La imagen del turista que llega a un hotel y firma una infinidad de documentos en el mostrador de recepción está en riesgo de desaparecer y lo que ocurrirá en los establecimientos de Paradores es una prueba de ello.
Los huéspedes realizarán el check in con medios electrónicos y los papeles que recibirán o entregarán se reducirán al máximo. Cuando el uso del formato físico sea expresamente necesario, los documentos se desinfectarán a conciencia para borrar cualquier resto del temido microorganismo.
A esta guerra al papel se suma, como medida de protección frente al contagio, la mampara de cristal que separará al personal de la recepción de los clientes o de otros trabajadores del hotel que no pertenezcan a ese departamento. Además, los huéspedes tendrán a su disposición mascarillas y geles desinfectantes.
Desinfección exhaustiva, en todos los rincones, para todos los elementos y sobre todas las superficies. Así se puede resumir lo que ocurrirá en las estancias de los hoteles de Paradores a partir del 25 de junio.
Novedosos y efectivos productos químicos servirán para erradicar al coronavirus de todas y cada una de las habitaciones. Objetos que antes de la pandemia podían escapar de la limpieza nunca más quedarán sin probar los efectos desinfectantes del alcohol, la lejía u otros compuestos. Mandos a distancia, pomos de las puertas y grifos son algunos de los elementos marcados para esta rutina diaria de limpieza.
Paradores no erradicará el bufé, aunque sí lo modificara de forma sustancial. “Primarán las raciones individuales y habrá una oferta caliente a la carta”, explica la cadena en el comunicado en el que anuncia sus medidas de seguridad sanitaria.
Las mesas del comedor estarán más separadas y los cubiertos se presentarán a los comensales en un estuche. Todos elementos de la vajilla se lavarán a una temperatura superior de los 80º, toda una garantía de que el virus no sobreviva.
Todos los miembros del equipo de Paradores deberán emplear mascarillas, guantes y demás elementos de protección que sean necesarios. Además, sus uniformes se someterán todos los días a un proceso de lavado a alta temperatura.
Las medidas higiénicas que regirán en todas las estancias serán especialmente rigurosas en las cocinas, donde el personal deberá controlar y limpiar todas las mercancías que lleguen. Los almacenes se someterán a un proceso de higienización con viricidas.
Se acabó la imagen de las piscinas llenas de gente. Paradores, como muchas otras cadenas se verá obligada a reducir el aforo de sus instalaciones para el baño. A ello sumará “la depuración del agua siguiendo estrictamente la normativa” y el uso de nuevos productos químicos para desinfectar la piscina y sus zonas próximas.