25 mayo, 2021
La cadena Paradores sufrió, como todo el sector turístico, el período más duro de su historia. A los meses en los que sus establecimientos estuvieron cerrados, sucedieron otros en los que, por los cierres perimetrales, las cifras de ocupación estuvieron bajo mínimos. Pese a todo ello, los datos del pasado verano y los primeros registrados tras la caída del estado de alarma, hacen que el presidente de Paradores sea optimista y considere que el modelo de turismo que propone la cadena resultará, si cabe, aún más atractivo. «Hemos aprendido muchas cosas y ahora somos mejores», apunta Óscar López.
-Vaya año tan difícil para el turismo el pasado 2020.
-Sí, el peor año de nuestras vidas. No hay un precedente de tener que cerrar a cal y canto como cerramos en marzo de 2020. Yo pedí en Paradores el manual de cierre y no había. Nadie había tenido que cerrar antes. Pero hemos aprendido muchas cosas. Hemos aprendido a reforzar la seguridad y a poner en marcha protocolos sanitarios. Eso nos ha servido para que, ahora que hemos abierto, seamos mejores.
-Paradores siempre se ha distinguido por hacer de la sostenibilidad uno de sus principales valores. ¿Se ha reforzado ese compromiso con la pandemia?
-Todas las crisis traen oportunidades y esta refuerza el modelo turístico de Paradores. La gente hoy quiere alejarse de lugares masificados, respirar, comer tranquila, pasear por la naturaleza y, en definitiva, el turismo de calidad que ofrece Paradores.
«El día en que cayó el estado de alarma batimos nuestro récord de reservas en la web y el último fin de semana hemos tenido un 80% de ocupación»
-Cuando pase la pandemia de forma definitiva, ¿llegará incluso Paradores a mejorar sus registros previos al coronavirus?
-Ahora que están de moda las series de televisión, yo siempre digo que 2020 tuvo cuatro temporadas. Enero y febrero fueron como una película alegre, porque los números eran buenísimos; el 15 de marzo empezó una película de terror, con tres meses de cierre; el 25 de junio abrimos y el verano fue muy bueno; y en octubre volvieron los confinamientos perimetrales y nos hundimos, al estar abiertos pero sin gente.
-Parece entonces que ahora toca temporada alegre.
-Ahora mismo soy optimista y creo que vamos a tener un verano bueno como el anterior y, sobre todo, un otoño mucho mejor que el pasado. El día que cayó el estado de alarma batimos el récord de reservas en la web en un sólo día y el último fin de semana hemos tenido un 80% de ocupación. El verano pasado, además, ocurrió algo muy interesante, que los Paradores de la costa estuvieron llenos como siempre y los del interior estuvieron llenos como nunca.
-Paradores tiene muchos alojamientos en localidades por las que discurre el Camino de Santiago. ¿Qué importancia le otorga al Xacobeo como motor turístico en estos tiempos tan complicados?
-Es muy importante y, afortunadamente, se ha prolongado, porque era muy mala suerte que cayera el Año Santo en pleno Covid. Te voy a dar un dato demoledor: hay casi 40 Paradores que en Año Santo incrementan su facturación un 30% o más.
-¿Podría destacar algún proyecto nuevo que esté programado o en marcha?
-La prioridad seguirá siendo la seguridad. Hemos abierto recientemente el Parador gallego de Costa da Morte, que es un cañón. Vienen cuatro establecimientos más en camino: Veruela (Zaragoza), Molina de Aragón (Guadalajara), Ibiza y Morella (Castellón). Por el camino, hemos reformado el de Aiguablava (Girona), el de Jaén y el Hostal de San Marcos de León. Fueron reformas integrales que han propiciado que cambiaran radicalmente. Otro de nuestros proyectos es el que busca potenciar la naturaleza, porque nosotros ofrecemos mucho más que un viaje, ofrecemos una experiencia. Somos un motor económico para la España rural.
«España tiene que lanzar al mundo el mensaje de que es un país seguro y eso es lo que hace con Fitur»
-Es curioso el caso del Parador de Ibiza, un destino que la gente asocia a otro tipo de turismo.
-Hay argumentos muy contundentes que avalan su apertura. En primer lugar, Baleares es la única comunidad autónoma que no tiene Parador. Además, el establecimiento estará situado en el casco histórico de Ibiza, que tiene más historia que cualquier otro rincón de España en el que puedas pensar, porque por allí ya pasaron los fenicios y gente de todas las culturas y de todas las épocas. Cuando la gente piensa en Ibiza, piensa en discotecas y en playas, pero tiene mucha historia. El Parador es un palacio del siglo XVI. Creo que le va a aportar a Ibiza algo que hoy no tiene, un turismo diferente, basado en la gastronomía local, en el patrimonio…
-Paradores nunca falla a Fitur. ¿Qué le ha parecido esta edición tan diferente?
-Me parece valiente y un acierto haberla celebrado. Formo parte del comité organizador y recuerdo que la reunión que tuvimos en diciembre fue muy dura, porque no sabíamos qué hacer. Al final, decidimos tirar para adelante y hacerla en mayo. Creo que fue un acierto, porque España ha alcanzado ya un ritmo de vacunación muy importante y porque el turismo no es una industria más. España tiene que lanzar al mundo el mensaje de que es un país seguro y eso es lo que hace con Fitur. Londres perdió su feria de turismo y Berlín la hizo telemática, pero España mantuvo la suya. España no ha perdido ningún Fitur, porque en 2020 se celebró en enero, antes del estado de alarma.