12 julio, 2024
En los últimos años, el marketing gastronómico ha experimentado una transformación significativa, impulsada por el auge de los influencers digitales y el declive de los medios tradicionales. Las estrategias de marketing para restaurantes y marcas alimentarias se han adaptado a un nuevo entorno donde las redes sociales y los influencers juegan un papel crucial en la promoción y el engagement con el público.
Históricamente, las campañas de marketing gastronómico se centraban en medios tradicionales como la televisión, la radio y las publicaciones impresas. Sin embargo, con la llegada de las plataformas digitales y el cambio en los hábitos de consumo de medios, las marcas han reorientado sus inversiones hacia estrategias más efectivas y medibles.
Las marcas gastronómicas colaboran con influencers para lanzar productos, promover eventos y aumentar su visibilidad en el mercado. Los influencers, con su estilo de vida y recomendaciones, pueden convertir un restaurante o producto alimentario en una tendencia viral en cuestión de horas.
“En los 9 años de vida de TORO hemos observado el crecimiento de los influencers gastronómicos. Nuestro público principal pasa aproximadamente 200 minutos al día en redes sociales, por eso en la actualidad el 100 % de nuestra inversión en publicidad es en ellas”, explica Dado Lima, creador de TORO.
Las marcas gastronómicas colaboran con influencers para lanzar productos, promover eventos y aumentar su visibilidad en el mercado
La inversión ha crecido exponencialmente, según recientes estudios de mercado, las marcas pueden pagar desde unos cientos de euros hasta varios miles por una publicación patrocinada, dependiendo del alcance y el engagement del influencer. En el mundo de los foodies, existen diferentes tipos de influencers gastronómicos. Los micro influencers poseen entre 5.000 y 30.000 seguidores y suelen estar dispuestos a colaborar a cambio de comida o productos.
Los pequeños influencers han comenzado a cobrar una pequeña tarifa, aunque todavía accesible. Los medianos influencers, que ya presentan un media kit con sus precios, suelen cobrar entre 200 y 600 euros por una colaboración. Finalmente, los famosos, figuras públicas que llevan una década en el sector y cuentan con medio millón de seguidores o más, se están convirtiendo en los nuevos ricos españoles, llegando a cobrar hasta 5.000 euros por un único video.
Las marcas pueden pagar desde unos cientos de euros hasta varios miles por una publicación patrocinada
Además, los contratos de colaboración a largo plazo, que incluyen múltiples publicaciones y otros tipos de contenido como vídeos y stories, son cada vez más comunes y pueden alcanzar cifras mucho más altas.
“Habrá que dar tiempo al tiempo y ver para qué dirección va esta moda. El mundo no para de modernizarse y digitalizarse. En ese año de 2024 ya hemos hecho más de 130 colaboraciones (una media de 5 visitas a la semana) y TORO seguirá trabajando con estos foodies siempre y cuándo nuestros clientes sigan consumiendo su contenido”, asegura Lima.