24 marzo, 2022
Álvaro Lens, nuevo gerente de A Coruña Convention Bureau, tiene claro que su trabajo lleva implícito viajar mucho y salir a buscar a los potenciales clientes allá donde estén. Con el firme propósito de aportar su esfuerzo a la lucha por conseguir que la ciudad gallega recupere pujanza en el sector de los congresos y eventos, Lens dice tener ya su agenda llena de compromisos para las próximas semanas. Sobre su trayectoria como director de hotel, recuerda la satisfacción que sentía con el trato directo con los clientes y al resolver de forma rápida y eficiente las necesidades que a estos les surgían.
-¿Cuáles son sus retos como nuevo gerente de A Coruña Convention Bureau?
-Más que hablar de retos personales, me gustaría destacar el trabajo en equipo, aunque yo sea la cara visible y el primer contacto comercial. Mi trabajo, como parte del Convention Bureau, consiste en atraer mercado de reuniones, congresos y eventos a la ciudad. Podemos simplificarlo en eso o extendernos mucho más pero, al final, todas las acciones que yo voy a desarrollar están dirigidas a eso, a dinamizar el turismo en ese ámbito para reactivarlo tras la pandemia.
-¿Cuáles con las principales ventajas competitivas de A Coruña para atraer congresos?
-En términos generales, hay que señalar que A Coruña tiene gastronomía y un clima suave en los meses fuertes para los congresos. Si nos vamos más al detalle, es cierto que, para los congresos que más nos interesan, que son los que rondan los mil asistentes, nos benefician cuestiones como el tamaño de la ciudad, que no es ni muy grande ni muy pequeña, y el contar con recintos como Palexco, que está en pleno centro. Los asistentes a un congreso en Palexco, si quieren, pueden aprovechar la pausa para el café para dar un paseo y conocer la ciudad.
-¿Hay algún congreso o tipo de congreso en particular que le gustaría conseguir para la ciudad?
-Me gustaría que viniera uno como el que se organizó en septiembre de 2014 y que era un congreso marítimo. Vinieron representantes de puertos de todo del mundo. Había gente de Sudáfrica, de Australia… Evidentemente, tenemos un atractivo claro a nivel marítimo, porque tenemos el faro más antiguo del mundo en funcionamiento que es, además, Patrimonio de la Humanidad. Por entonces, yo dirigía un hotel y lo recuerdo con cierto cariño. También me gustaría traer un congreso de empresas familiares, porque España es un país de pequeñas y medianas empresas en las que, muchas veces, más que socios y trabajadores, hay familias. En A Coruña, de hecho, tenemos buenos ejemplos de empresas que empezaron siendo familiares y que se han convertido en grandes multinacionales.
-Hace usted referencia a su etapa como director de hotel. ¿Cuál es su trayectoria en el sector alojativo?
-Yo terminé estudios en el Centro Superior de Hostelería de Galicia, en la primera promoción, y después me fui a trabajar al extranjero, en la recepción de un hotel. Luego me volví a España y trabajé en AC como responsable de noche de un cuatro estrellas de Madrid que estaba junto al Bernabéu, el AC Aitana. Después, me surgió ya la oportunidad de dirigir un hotel, el Ipanema de Vigo, donde estuve un año, hasta que ya me vine a A Coruña para abrir el Zenit en noviembre de 2002. Es ahí donde se inicia mi relación profesional con la ciudad. Estuve en el Zenit hasta 2005, cuando me fui a Bruselas para dirigir el Husa President Park, que ya era un hotel grande, de 300 habitaciones, y que supuso un reto muy bonito. Tras dos años en Bruselas, me mandaron al Husa Chamartín, que era más grande todavía. Luego me ofrecieron la dirección de zona de Galicia. Tenía mi despacho en el Husa Center de A Grela y, desde allí, dirigía los hoteles de Galicia, el de Oviedo y uno que se estaba haciendo en León. Después me ampliaron la zona y tuve que cubrir también Extremadura. En agosto de 2012, dejo Husa para integrarme en el grupo que recuperó el Hotel España, que se abrió bajo el nombre de Hotel Blue Coruña. Ahí estuve hasta el 31 de enero de 2020, cuando cambió de gestor y decidieron alquilárselo a Eurostars.
«Lo que más me gustaba de mi etapa como director de hotel era el contacto directo con los clientes y el poder encontrar una solución inmediata ante las circunstancias que surgieran»
-Y ahora está usted dedicado al 100% al Convention Bureau.
-Cuando se empezó a activar el mercado, una de las ofertas a las que yo aspiré fue la del Convention Bureau. Fuimos cuatro finalistas y me seleccionaron. Esto es un trabajo a tiempo completo. Voy a coordinar mi agenda con la agenda de Turismo de A Coruña para no malgastar esfuerzos si hay algo a lo que vayan ellos y no consideremos necesario que yo vaya o viceversa. Realmente, se trata de ir en equipo. Tengo ya muchas semanas planificadas de visitas comerciales y de viajes promocionales. Esto no sería posible si tuviera otra ocupación, aunque no fuera a jornada completa.
-Un gerente de un ente como A Coruña Convention Bureau tiene que viajar mucho.
-Yo ya planteé que así fuese en el proceso de selección, porque entiendo que es un trabajo esencialmente comercial y que a los clientes hay que ir a buscarlos. Pueden venir, pero siempre se consiguen mejores resultados si se va a buscarlos. Hay que salir y vender, vender y vender.
-¿Qué le gustaba más de su etapa como director de hotel y qué echa más de menos?
-Lo que más me gustaba de mi trabajo era el contacto directo con los clientes y el poder gestionar una solución inmediata ante circunstancias que surgieran. Ver la satisfacción del cliente cuando le solucionas algo es impagable. Ahora, la sensación es distinta, porque ya no trabajo para una empresa, sino para el desarrollo de una ciudad. Quizás se pierde ese trato individual, aunque tendremos contacto con los comités organizadores, que también podrán felicitarnos si las cosas se hacen bien.
«Espero que la inflación y el aumento de precios no afecten mucho al MICE, porque el turista de congresos tiene más del doble de capacidad de gasto que la media»
-¿Existe preocupación ante circunstancias como la guerra en Ucrania, la inflación, la huelga del transporte y el incremento de precios de la electricidad?
-Espero que la guerra en Ucrania acabe pronto, pero no sé hasta qué punto nos afecta, porque creo que afectará más a los viajes internacionales y a otro tipo de eventos, como pueden ser Fitur o el Mobile de Barcelona. En cuanto a la inflación y los precios, espero que no afecten mucho, porque los datos demuestran que el turista de congresos tiene más del doble capacidad de gasto que la media. Además, aún está por ver si esto se prolongará en el tiempo o si será algo transitorio. Pueden pasar muchas cosas, pero creo que, en los márgenes actuales, el MICE lo puede soportar. Es posible que, por ejemplo, los proveedores vendan menús un poco menos lujosos.