6 marzo, 2020
PABLO LÓPEZ /
El coronavirus ha dado al traste con las expectativas de los organizadores de congresos y eventos en España. Representantes de las empresas dedicadas a este sector mantendrán, el próximo 11 de marzo, una reunión con la Secretaria de Estado de Turismo para buscar soluciones a un problema que comenzó con la cancelación del Mobile World Congress de Barcelona y que prosiguió con nuevas suspensiones de grandes y pequeños eventos.
Aunque los grandes eventos, como el propio Mobile o la feria Alimentaria, acaparan los titulares, son muchos los congresos que no se celebrarán según lo previsto, bien porque se cancelen, bien porque se pospongan. Entre los más afectados están los de temática médica pues, al riesgo de contagio que afecta a todos los eventos, se suma la necesidad de tener al mayor número de facultativos disponibles en los hospitales ante la llegada de una eventual pandemia.
“Las autoridades sanitarias han prohibido la celebración de cualquier congreso médico, no solo por el riesgo de contagio, sino también por tener a los médicos disponibles. A nivel de congresos médicos, está toda España fatal”, explica Ana Trevisani, presidenta de OPC Galicia y profesional de organización de eventos con más de tres décadas de experiencia.
Trevisani habla de “un número de cancelaciones brutal” en todo tipo de congresos y añade que esta crisis sanitaria llega en el peor momento para el sector MICE. “Llega en nuestro prime time. El período entre marzo y junio es el de más congresos junto con el que va desde la segunda quincena de septiembre hasta noviembre”, explica la presidenta de OPC Galicia.
La cancelación de los eventos, tal y como recuerda Trevisani, no solo genera pérdidas para la organización, sino también para todas las empresas que ofrecen servicios a los participantes en los mismos. “Para los OPC está siendo muy duro, pero también para los hoteles, para las agencias y para los recintos… Es toda una cascada y hay una pupa muy grande a nivel nacional”, comenta.
Trevisani no quiere apuntar una cifra concreta de pérdidas, aunque sí habla de “muchos millones de euros”. “No hemos tenido tiempo de analizar cifras. Ahora, todos los esfuerzos deben ser para gestionar y negociar, minimizar las pérdidas y hacer análisis de cuantía”, comenta.