16 noviembre, 2020
La industria naviera quiere desarrollar su actividad causando un menor daño al planeta y, por ello, la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA por sus siglas en inglés) reclama a los gobiernos del mundo que aprueben una inversión de 4.223 millones de euros para lograr avances que permitan implantar las energías limpias en los grandes barcos de pasajeros.
“Como líderes en las prácticas de turismo responsable, CLIA ha propuesto, junto con otros socios del sector marítimo, establecer y financiar un Consejo de Investigación y Desarrollo”, comenta la CEO y presidenta de CLIA, Kelly Craighead.
La asociación busca así alinearse con los objetivos de la Organización Marítima Internacional (OMI) para la “descarbonización del transporte”, que se concretan en el deseo de que las emisiones en 2050 sean un 50% inferiores a las de 2008. Las actuales sólo rebajan la cifra de 2008 en un 7%.
CLIA explica que, para alcanzar ese fin, es necesario incrementar el presupuesto en investigación pues, si bien existen soluciones para generar energía de forma ecológica, es difícil implantarlas en los buques.
“Existen varias soluciones potenciales, como el hidrógeno o el amoníaco producido a partir de fuentes de energía renovables, pero aún no existen en una escala o forma que se puedan aplicar a los grandes barcos”, apuntan desde CLIA.
Pese a demandar el apoyo de los gobiernos, CLIA recuerda que, para que su propuesta funcione, “todas las compañías navieras a nivel mundial deben contribuir, de manera justa y equitativa, para que se generen los fondos necesarios para lograr los objetivos del programa”.