23 marzo, 2020
El Gobierno ampliará las restricciones al transporte aéreo y ferroviario. Así lo anunció el ministro de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana , José Luis Ábalos, que expuso que, entre las medidas que se adoptarán, estará la reorganización de los aeropuertos de mayor tamaño, reducir el número módulos operativos y su espacio.
El aeropuerto madrileño de Barajas concentrará todas sus operaciones en la T4, con un paso previo que consistirá en juntar en la T1 las operaciones propias de esa terminal con las de la T2 y la T3. En el aeropuerto de Barcelona solo tendrán operativos los módulos A y D de la T1, mientras que en el de Palma de Mallorca se mantendrá los módulos A y D.
Ábalos anunció este plan después de haber avanzado los datos de las operaciones del día, con un número de vuelos que el propio ministro calificó como “prácticamente testimonial”. Los 165 vuelos en Madrid, los 91 de Barcelona y los 57 de Palma contrastan con los 1.150, 900 y 326 operados en esos mismos aeropuertos en el mismo día del pasado año. En el total de las infraestructuras de AENA, se realizaron 877 operaciones, frente a las 4.849 del 23 de marzo de 2019.
Los comercios y otros establecimientos que se vean obligados a cesar su actividad a causa de la reorganización de los aeropuertos y de la reducción del número de operaciones quedarán, tal y como informó el propio Ábalos, exentos de pagar el alquiler durante el tiempo que dure la situación de excepcionalidad. Lo mismo ocurrirá con los negocios de las estaciones ferroviarias que sufran el mismo problema.
Una de las principales novedades que afectarán al transporte ferroviario es la reducción de los servicios de cercanías, que pasarán del 100%, que mantenía el decreto del pasado 14 de marzo, al 50% en horas valle y al 80% en horas punta. Ábalos aclaró que la diferenciación de horas podrá adaptarse “a la realidad local”. También se reducirán las cifras de la media y larga distancia, del 70& al 50%, y de la alta velocidad, hasta un 30%.
La obligatoriedad de respetar la distancia entre personas para evitar contagios provoca que servicios como los de alta velocidad únicamente comercialicen la tercera parte de los billetes, por lo que, en la práctica, la reducción es del 10%.
En respuesta a una pregunta acerca de la posibilidad de una paralización absoluta de los servicios de larga distancia y de alta velocidad para impedir el desplazamiento de los ciudadanos a su segunda residencia durante épocas como la Semana Santa, el ministro descartó una “liquidación total” del transporte ferroviario porque, en su opinión, “ya no hace falta”.
“Este fin de semana ha funcionado bien, aunque es cierto que el confinamiento provoca cierto desgaste y nuestra previsión es reafirmarnos. Dejar el transporte ferroviario en un 10% ya es dejarlo para casos de necesidad clara y no tiene sentido plantearse la liquidación”, respondió el ministro.