13 febrero, 2020
MARÍA EIMIL /
“Pensando en tener un ambiente seguro y saludable en Barcelona y en el país anfitrión, hoy la GSMA ha cancelado el Mobile World Congress Barcelona 2020 porque la preocupación global con respecto al brote de coronavirus, los viajes y otras circunstancias, hacen que sea imposible celebrar el evento”. Con este mensaje, los organizadores del MWC dieron a conocer este miércoles 12 de febrero la cancelación de este evento, que genera un impacto de 500 millones de euros en la capital catalana, gran parte de ellos afectarán directamente al turismo, según el estudio elaborado por Ostelea. Además, provoca la pérdida de 13.000 trabajos temporales.
La decisión llegó tras un reguero de comunicados de distintas empresas que renunciaban a participar en el MWC, que debía celebrarse entre el 24 y el 27 de febrero. Tras una larga reunión, finalmente los organizadores decidieron suspender el evento más importante del calendario ferial de la capital catalana.
“La cancelación supone 500 millones menos de gasto en la ciudad y una pérdida importante en puestos de trabajo; los profesionales del sector son los más afectados realmente”, explica José Antonio Mansilla, docente e investigador del campus de Barcelona de Ostelea, Tourism Management School, y es que la organización del MWC genera más de 13.000 empleos temporales.
Según el análisis de Ostelea, a los 500 millones de euros de gasto en la ciudad que supone la cancelación del evento, hay que sumar más de 117 millones de facturación que se perderán y que corresponderían al gasto de los asistentes al congreso en bares, pubs y lugares de ocio nocturno de la capital catalana. La suspensión también es un duro varapalo para el sector hotelero, que esperaba facturar unos 50 millones de euros, y de 6 millones para otras alternativas de alojamiento, como Airbnb. De hecho, representantes del sector turístico, como el Gremi d’Hotels de Barcelona, ya habían manifestado, antes de conocer la decisión final, su temor a que se produjera la cancelación.
También hay que mencionar las pérdidas que se generarán en las compañías, especialmente las aerolíneas, que incrementan el número de vuelos y de rutas disponibles para poder atender a la demanda de las casi 107.000 personas que asisten al Mobile World Congress.
“Es importante diversificar la oferta turística en la ciudad para no tener una dependencia de eventos tan mediáticos como el Mobile”, apunta Mansilla, y es que “una de las características propias del turismo es su propia fragilidad”, pero también recuerda otros momentos de los que Barcelona ha conseguido recuperarse con éxito, como los del verano de 2017 o las movilizaciones del 1 de octubre.
Empresas como Nvidia, Ericsson y LG fueron de las primeras en anunciar que no asistirían al Mobile World Congress ante la alerta sanitaria decretada a nivel mundial por el brote de coronavirus, que se ha cobrado la vida de más de 1.600 personas en China y ha elevado el número de casos hasta los 67.678, según las últimas informaciones de la Comisión Nacional de Salud.
A estas compañías se sumaron otras, como el gigante Amazon, lo que hizo peligrar la continuidad del evento, que finalmente fue cancelado tras la baja de otras importantes multinacionales, como Facebook o Nokia.