4 octubre, 2023
Galicia estudia la posibilidad de implantar una tasa turística en Santiago, una ciudad que recibe a miles de peregrinos y viajeros cada año, más de 400.000 en 2022. La decisión dependerá de los resultados de un riguroso estudio sobre los flujos turísticos que registra la capital gallega y que justifiquen la puesta en marcha de esta tasa, que no afectará al resto de municipios gallegos.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, explicó al término de un encuentro con la recientemente nombrada alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, que la decisión de implantar la tasa debe estar «muy argumentada». «Hay que tener datos objetivos sobre la tasa media de ocupación en Santiago durante todo el año, la afluencia turística y las repercusiones que tiene en el día a día de los residentes en la ciudad», apuntó Rueda.
El estudio sobre los flujos turísticos podrá realizarse al amparo del Plan de Sostenibilidad Turística de Santiago, que se prorrogará por su baja ejecución
Este riguroso estudio, uno de los requisitos que impone la Xunta para iniciar la tramitación necesaria para aplicar el nuevo impuesto, podrá realizarse «al amparo del Plan de Sostentabilidade Turística de Santiago, dotado de 3 millones de euros y que se va a prorrogar por su baja ejecución» (a tres meses del final del plazo apenas se ha ejecutado un 5% del presupuesto). Además, el Gobierno autonómico exige que exista un consenso con el sector y que sea el ayuntamiento de la capital el encargado de recaudar este impuesto.
El objetivo de la Xunta es que en caso de que finalmente se aplique una tasa turística, prácticamente la recaudación íntegra deberá ser revertida en «finalidades turísticas para impactar en las zonas que puedan estar más afectadas» por la afluencia de viajeros.
La propuesta presentada por el Concello de Santiago plantea un pago por visitante y día que dependerá del tipo de alojamiento y oscilará entre los 0,5 euros para los turistas que se alojen en establecimientos de categoría inferior y los 2,5 euros para los que pernocten en hoteles de cinco estrellas.
Por el momento, en España solo se paga tasa turística en Cataluña y Baleares. En la primera de ellas se aplica en los alojamientos y oscila entre los 0,45 euros y los 2,25 euros por persona y día, en función de la categoría del alojamiento y su ubicación. Además de la del conjunto de la comunidad, el Ayuntamiento de Barcelona aplica su propio recargo a los turistas que se alojen en la ciudad, por lo en algunos casos el gasto por persona y día será superior a los 6 euros en algunos establecimientos a partir de este año. En Baleares, la llamada ‘ecotasa’ tiene un importe medio de 3 euros por persona y día, aunque oscila entre 1 y 4 euros, en función del alojamiento.
Además, Donostia- San Sebastián ha retomado este año la propuesta de implantar una tasa turística. En 2020, representantes políticos y técnicos de la Diputación y el Ayuntamiento de San Sebastián constituyeron la Mesa de Trabajo Interinstitucional para proceder al estudio previo para su implantación, aunque finalmente quedó aplazado a causa de la pandemia.