9 junio, 2020
¿Una experiencia que sirva de ejemplo o un agravio comparativo? La autorización del Gobierno a que Baleares reciba la visita de 6.000 alemanes a partir del próximo lunes (15 de junio), medio mes antes de que puedan hacer el resto de las comunidades autónomas, ha generado un intenso debate entre los que consideran útil que un territorio abra fuego primero y los que, por el contrario, no comprenden cómo el Gobierno puede autorizar la llegada de foráneos antes de que los propios españoles puedan desplazarse a cualquier territorio de su país.
El plan que ha autorizado el Gobierno español fue diseñado por el Ejecutivo de Baleares y contempla la llegada a las islas de 6.000 turistas, todos ellos alemanes. Del total, 4.000 viajarán a Mallorca, 1.000 visitarán Menorca y otros 1.000 se repartirán entre Ibiza y Formentera. Ninguno de esos viajeros tendrá que pasar la cuarentena de 14 días establecida por Sanidad para los turistas internacionales y todavía vigente durante este mes de junio.
Los alemanes que se convertirán pioneros del turismo poscoronavirus en España volarán a las islas tras la creación de pasillos aéreos seguros y viajarán en grupos para cuya gestión ayudarán los turoperadores.
El turismo representa el 35% del PIB de Baleares y, por ello, los empresarios del archipiélago han recibido la noticia sobre la llegada de los primeros alemanes tras la pandemia con una gran alegría. “Queremos dar ejemplo para que esta experiencia pueda ser secundada por otros destinos turísticos nacionales y, además, para lograr nuestro objetivo de abrir los aeropuertos de Baleares al turismo internacional de forma generalizada y con las garantías necesarias a partir de julio”, explica la presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), Carmen Planas.
La confederación empresarial apunta que, pese a la pandemia, se mantiene el interés de los ciudadanos de países como Alemania y Reino Unido por viajar a Baleares este verano. “Estamos constatando el creciente interés por viajar a nuestras islas, tal y como nos han manifestado diferentes turoperadores alemanes y británicos”, recalca Planas.
La satisfacción de los empresarios de Baleares contrasta con el escepticismo mostrado en el otro archipiélago. El Gobierno canario, que había solicitado una experiencia similar, considera que las premisas para la llegada de los turistas son insuficientes y no garantizan la seguridad. El Ejecutivo canario considera necesario someter a un test a todo visitante foráneo.