29 enero, 2022
El Muelle, Campo la Sierra o Cuatro Caminos son los nombres de algunos de los barrios de Pedreña, un pueblo cántabro ubicado en Marina de Cudeyo, en la comarca de Trasmiera, en el que tampoco podía faltar una calle con el nombre de uno de sus personajes más ilustres, Severiano Ballesteros. Pedreña puede presumir de ser uno de los rincones de Europa con mayor tradición de golf, pero, además de ver nacer a ‘Seve’, es lugar de origen de otros reconocidos golfistas, entre ellos Ramón Sota Ocejo (1938) y José Manuel Carriles Corino (1963). Además, el golf no es el único deporte que se vive con pasión en Pedreña, el remo es también uno de sus pilares. De hecho, el equipo de esta localidad se fundó hace más de 100 años.
Pedreña se encuentra en una pequeña península ubicada en el suroeste de la bahía de Santander y a menos de tres kilómetros de Marina de Cudeyo, la capital del municipio, y destaca por su entorno «de alto valor ecológico y paisajístico», como indican desde Turismo de Cantabria.
La ubicación de Pedreña, en plena bahía santanderina, le proporciona unas maravillosas vistas y convierte el mar en el medio de vida de muchos de sus habitantes, que se dedican al marisqueo. De hecho, de allí son famosas las almejas y los muergos (el primo hermano de la navaja). Tanto es así que, además del Real Club de Golf (fundado en 1908 bajo el patrocinio de Alfonso XIII), el otro icono de esta zona son las ‘pedreñeras’ o recolectoras de almejas.
En el apartado gastronómico también hay que destacar uno de los reclamos para los turistas, las tabernas y merenderos típicos de la comarca de Trasmiera, que se pueden apreciar por sus «humeantes parrilladas» en las que se degustan pescados del norte, sardinas o bonito.
Tampoco podemos dejar de mencionar que en esta misma comarca, aunque en el ayuntamiento de Ribamontán al Monte, se encuentra Villaverde de Pontones, una localidad que ha adquirido renombre precisamente por la vertiente gastronómica. Y es que allí se encuentra Cenador de Amós, el primer y único restaurante de Cantabria que goza de luce las tres estrellas de la Guía Michelin.
A apenas 10 kilómetros de Pedreña se encuentra el Parque natural Macizo de Peña Cabarga, declarado Espacio Natural Protegido en el año 1989. Desde la cumbre de Peña Cabarga, (también llamado Pico Llen), el lugar donde se encuentra el Monumento al Indiano, se puede disfrutar de una de las mejores panorámicas de la región, con impresionantes vistas a Santander y su bahía.
El Parque Natural de Peña Cabarga cuenta con una extensión de 2.588 hectáreas repartidas entre los municipios de Liérganes, Medio Cudeyo, Penagos y Villaescusa. Este espacio incluye el karst de Cabárceno, donde se encuentra el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, emplazado en una antigua explotación minera de extracción de hierro a cielo abierto. En este espacio, los turistas pueden ver gorilas, leones, tigres, jirafas, cebras, elefantes, hipopótamos, avestruces, hienas, monos y una larga enumeración de especies. El parque pertenece a CANTUR, una sociedad pública de promoción turística dependiente del Gobierno de Cantabria y es conocido por el régimen de semilibertad en el que viven todos sus animales. Allí se desarrollan trabajos de investigación, relacionados con la conservación de especies en peligro de extinción, y actividades de educación ambiental.
Además del deporte, el turismo activo y las playas, los turistas que visiten Pedreña podrán disfrutar de actividades culturales y visitas a monumentos como el castillo de Agüero, una construcción del siglo XV con abundantes reformas posteriores. Desde Turismo de Cantabria también recuerdan que la iglesia parroquial es un bello ejemplo de la arquitectura religiosa del XVI y de ella procede el sepulcro gótico de Pedro González de Agüero, que hoy se encuentra en el Museo Diocesano de Santillana del Mar.
Además de la posibilidad de disfrutar de un buen manjar, el municipio de Marina de Cudeyo ofrece a los turistas múltiples actividades de ocio. Una de las más demandadas es el paseo en lancha por la ría de Cubas o por la bahía hasta la capital cántabra, Santander, que se encuentra a unos 18 kilómetros por carretera y a unos cinco kilómetros por mar. Esta localidad está conectada con la capital cántabra desde 1914.
Pasear por la playa de El Sardinero, localizar a la roca que da nombre a la playa de El Camello y, desde allí, continuar hasta la península de la Magdalena, Santander es visita obligada para los turistas que visiten cualquier municipio de la comunidad cántabra. Una vez en el Palacio de la Magdalena, los visitantes podrán conocer de primera mano todos los detalles de la que era la residencia de verano del Rey Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Entre los lugares imprescindibles durante la visita a la capital cántabra también destaca el Museo Marítimo de Cantabria. Además, según indica el Ayuntamiento de Santander, el mejor lugar para disfrutar de la gastronomía de este territorio es el paseo marítimo, donde se encuentran los restaurantes y bares típicos de la ciudad.
El Real Club de Golf de Pedreña, inaugurado en 1928, es uno de los lugares más representativos de esta localidad. Este club se fundó bajo el patrocinio de Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia y constaba de 18 hoyos hasta que en 1992 se amplió bajo el diseño de Severiano Ballesteros. El fuerte vínculo de esta localidad con el mundo del golf también se pone de manifiesto con el campo municipal de La Junquera, que debe su nombre a que fue construido en un terreno que contaba con una abundante vegetación, principalmente de juncos. Cuenta con unas vistas privilegiadas vistas a la bahía y a la ciudad de Santander y los Picos de Europa y está formado por 9 hoyos.
Pedreña es una de las localidades por las que atraviesa el Camino del Norte, que en Cantabria arranca en Ontón y pasa por lugares tan emblemáticos como Castro Urdiales o Santoña, que se encuentran en el top 10 de los pueblos más bonitos de Cantabria. Los peregrinos también caminan por Santander, Santillana del Mar, San Vicente de la Barquera o Comillas, entre otros lugares.
«El Camino del Norte es espectacular. El tramo que atraviesa nuestra comunidad autónoma tiene 200 kilómetros y discurre casi en su totalidad por la costa. Hay un gran contraste paisajístico porque se camina al lado del mar y, al mismo tiempo, se ve la montaña», apunta la directora de Turismo de Cantabria, Marta Barca.
Además del Camino del Norte, también pasa por Cantabria el Camino Lebaniego, lo que convierte a esta región en la única del mundo por donde discurren dos caminos de peregrinación jubilar. La peregrinación a Santo Toribio de Liébana se inicia tras al monasterio el privilegio de la celebración del Año Santo Jubilar Lebaniego todos los años en que el 16 de abril, festividad de Santo Toribio, cayese en domingo, lo que hace del Monasterio de Santo Toribio de Liébana un importante centro de peregrinación.
San Vicente de la Barquera es el punto de partida del Camino Lebaniego, que también pasa por otro de los lugares más bonitos de Cantabria, Potes, un lugar designado conjunto histórico-artístico en el año 1983.
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