2 enero, 2020
El año 2019 supuso una verdadera revolución para el turismo en autocaravana. Todo comenzó en el mes de julio, cuando los hosteleros de la organización la Fuerza del Norte reclamaron a ayuntamientos y comunidades autónomas que adoptaran medidas contra la proliferación de estacionamientos ilegales donde las autocaravanas y sus ocupantes generaban residuos e interrumpían el tráfico normal de vehículos y peatones. A partir de ese momento, los autocaravanistas, a través de distintas asociaciones que los representan y con propuestas de lo más variado, reivindicaron su papel como generadores de riqueza y como practicantes de un turismo responsable y sostenible.
Los hosteleros de la Fuerza del Norte acusaron a los ayuntamientos de tener una actitud pasiva ante la presencia de autocaravanas en espacios en donde no les estaba permitido estacionar, como las playas y otros lugares de interés medioambiental o turístico.
“Las autocaravanas deben ser obligadas, como elementos turísticos que son, a utilizar para sus estancias y pernoctaciones, las áreas legalmente establecidas que existen en todo el norte de España para este fin, como son los campings y campamentos turísticos, donde se ofrecen todos los servicios que una estancia de calidad exige”, explicaban los hosteleros de las comunidades autónomas de la España Verde en su comunicado.
La respuesta de los autocaravanistas no tardó en llegar. Los representantes del colectivo manifestaron que, tras la denuncia de los hosteleros, se ocultaban los intereses comerciales de los campings. «Los únicos que están preocupados son los dueños de los campings. Es evidente que si hay muchos turistas de autocaravanas en un sitio, los bares y restaurantes de ese sitio tienen más posibilidades de vender», manifestó el presidente de la Asociación Galega de Autocaravanas (AGA), Manuel Fernández, en una entrevista publicada en TUR 43.
Desde la Plataforma de Autocaravanas Autónoma (PACA), también hubo respuesta a lo que esta entidad consideró un ataque interesado por parte de la Fuerza del Norte, a la que acusó de «querer recluirlos en los campings». “Muchos hosteleros no entienden que los autocaravanistas nunca pernoctarán en sus hoteles. Lo que sí hacen es comer, al menos tres veces a la semana, en sus bares y restaurantes y gastar diariamente en los comercios de la ciudad. Eso lo obvian”, comentó a este diario Jesús Gallardo, presidente de la PACA.
Tras este primer cruce de declaraciones entre hosteleros y autocaravanistas, llegaron nuevas noticias que mantuvieron caliente la polémica. Así, los hosteleros sorianos exigieron al Ayuntamiento de la ciudad que actuara contra la presencia de autocaravanas en zonas no habilitadas para ellas y los empresarios del camping cántabros demandaron al Gobierno local de Santander que cobrara por el estacionamiento de los vehículos en los espacios municipales donde les está permitido aparcar.
De nuevo, las palabras de hosteleros y empresarios del camping encontraron respuesta por parte de los autocaravanistas. Llegaron propuestas como la realizada por la PACA, que sugirió que los autocarvanistas llevaran puesto un lazo u otro elemento identificativo que los hiciera visibles cuando consumían en restaurantes y tiendas.
«Voy a proponer que, a nivel nacional, todos llevemos una etiqueta que nos identifique como autocaravanistas. Podría ser un lazo como los que se llevan para reivindicar otras cosas. Se trata de que se nos vea, de que los hosteleros sepan que consumimos en sus locales y dejamos dinero en ellos”, explicó el presidente de PACA, Jesús Gallardo.
No fue esta, sin embargo, la propuesta más polémica de cuantas realizaron los autocaravanistas para plantar cara los ataques llegados desde la hostelería y los campings. El propio presidente de la PACA llamó al boicot contra todos aquellos establecimientos y municipios que discriminaran a los autocaravanistas, generando con ello tal polémica que la noticia que recogía su idea fue la más leída del año en TUR 43.
La idea del boicot, sin embargo, generó discrepancias dentro del propio colectivo de los autocaravanistas. La Asociación Galega de Autocaravanas (AGA) es una de las que se mostró más partidaria del diálogo que de la confrontación directa y así lo expuso su presidente en declaraciones a TUR 43.
“Lo que hacemos nosotros es negociar, no proponer boicots. Creemos que las cosas se arreglan hablando y que hay zonas que pueden estar más interesadas en el autocaravanismo que otras”, declaró Manuel Fernández.
Las empresas de alquiler y venta de autocaravanas, a través de la Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (Aseicar), también quisieron dejar su huella en el debate y facilitaron datos que muestran el auge del turismo en autocaravana, como el de que solo en el mes de agosto recorrieron España más de 150.000 de esos vehículos. La entidad aprovechó para criticar la falta de espacios para autocaravanas que existe en España.
“El boom que vive el caravaning en España choca con una grave carencia que sufre el sector desde hace décadas: la falta de áreas de estacionamiento y pernocta de autocaravanas, recalcó Aseicar, que comparó las 950 que existen en España con las más de 6.000 de las que disponen países como Francia y Alemania.
Con un comunicado de la PACA que reivindicaba los viajes en autocaravana como un modelo de turismo sostenible y con un dato de Aseicar sobre las más de 10.000 autocaravanas que recorrerían el país durante las fechas navideñas, se cerró el que fue quizás el año en que más se habló sobre autocaravanismo. ¡Y todo parece indicar que el debate continuará en este 2020!
1 Comments
Recomiendo como autocaravanista que soy y llevo recorriendo todo Europa y España ahora que las cosas están como están quiero pedir que fuéramos sobre el territorio español sin salir a ningún lado de Europa y a demás fuéramos a los municipios a los que hemos sido siempre bien recibidos y dar un poco de legión a todos los municipios a los que parecíamos una peste y así enseñar quién somos nosotros.