20 abril, 2022
Satisfechos tras alcanzar un 85% de ocupación en Semana Santa, pero con cautela ante la próxima temporada de verano debido a las complicaciones para el sector turístico derivadas de la subida de los costes, de la guerra en Ucrania y de la reforma laboral. Así se sienten los empresarios de los hoteles españoles, que consideran que la población mundial ha recuperado las ganas de viajar tras los duros tiempos de la pandemia pero se encuentran ahora con nuevos retos a los que hacer frente.
“Los datos de los hoteles en Semana Santa han sido muy positivos en toda España y nos alegra enormemente comprobar que las ganas de viajar no se han visto mermadas tras la pandemia. Sin embargo, no podemos perder de vista que los costes operacionales han aumentado considerablemente y que nos movemos en un panorama nacional e internacional difícil. Necesitaremos, por tanto, ayuda y herramientas para sortear los obstáculos”, explica el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Jorge Marichal.
“Los datos de los hoteles en Semana Santa han sido muy positivos en toda España, sin embargo, no podemos perder de vista que los costes operacionales han aumentado”, explica el presidente de Cehat, Jorge Marichal
A esas dificultades sobrevenidas hay que sumar el hecho de que muchos hoteles permanecen cerrados, a la espera de la temporada de verano, por no haber finalizado las reformas que aprovecharon para acometer en los meses en los que la pandemia redujo la demanda. Los hoteleros esperan que el fin de las restricciones tenga continuidad y desean que las autoridades no den en el futuro pasos hacia atrás en cuanto a movilidad se refiere.
“Para que las cifras de Semana Santa sean una noticia realmente positiva y no algo puntual, es necesario alcanzar la estabilidad política, que se levanten las restricciones a la movilidad cuando no haya riesgo de contagio, que se realice una revisión de los costes de materias primas y suministros al alza que afectan directamente a la rentabilidad del negocio y, por supuesto, tener en cuenta los efectos de la reforma laboral, que dificulta la rápida contratación de personas para cubrir aumentos inesperados de la demanda”, recalca Marichal.
El éxito durante la Semana Santa llegó a todos los hoteles y destinos, aunque destacan los registros del turismo interior, con una ocupación por encima del 90%. El clima posibilitó que también se registraran unos datos muy positivos en los destinos de sol y playa, con un 85%, y para el turismo de nieve, con un 80%.