4 octubre, 2018
Reforzar el turismo de lujo es uno de los objetivos que persigue el sector. La mayor frecuencia de viaje y de gasto que caracteriza a este segmento lo convierte en una de los más solicitados por la industria hotelera. Esta ha realizado una fuerte apuesta en los últimos años para abarcar este nicho de mercado. El número de hoteles de cuatro y cinco estrellas se ha disparado casi un 50% en apenas diez años.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) a cierre de 2017 ya se contabilizan 2.509 establecimientos de estas categorías en suelo español. La cifra contrasta con los 1.634 que se registraban diez años antes, en 2007.
De hecho, este segmento ha copado prácticamente todo el proceso de expansión hotelera de la última década. Durante este periodo España ha engrosado su lista de hoteles con 1.112 nuevos establecimientos, de los que 810 eran de cuatro o cinco estrellas. Es decir, estas han sostenido casi tres cuartas partes de este crecimiento.
Esta tendencia ha permitido incrementar el peso de los establecimientos de mayor categoría sobre el mix hotelero. El conjunto del país suma ahora un total 6.482 hoteles. De estos, 2.083 son de más de cuatro estrellas. Ya representan el 32,1% del total, aunque su huella en las comunidades del norte es más reducida. Tan solo Cataluña, donde suponen un 35,3% del total, logra superar a la media. A más distancia y por debajo de la media estatal se sitúan el resto de comunidades. En Cantabria representan el 26,9% del total, en País Vasco el 22,3%, mientras que en Galicia y Asturias el porcentaje se reduce hasta el 19% y el 17,1%.
Aunque con menos intensidad que el resto, las regiones del norte también han protagonizado en los últimos años una apuesta por los hoteles de mayor categoría. Tan solo Cantabria pierde establecimientos de más de cuatro estrellas en la última década (un total de siete), mientras que Galicia, País Vasco y Asturias suman 15, 11 y 9, respectivamente.