24 junio, 2023
Rioja Alta recibió cerca de 283.000 visitas en 2022 y Rías Baixas un total de 101.172, según los datos del 15º Informe Anual de Visitas a Bodegas y Museos del Vino que acaba de dar a conocer la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin). El documento se ha elaborado en base a la información recogida por el Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España, que sitúa a estas dos rutas entre las seis del país con mayor número de visitas, concretamente en cuarta y sexta posición. El ranking lo lidera la Ruta del Vino y del Brandy del Marco de Jerez, seguida de Rioja Alta. En el podio también se encuentra Penedès, que contabilizó 52.958 visitas más que Rioja Alavesa en 2022.
Las cifras confirman “la rápida recuperación del enoturismo” tras la caída experimentada en 2020. Y es que ya se ha superado el 80% de visitantes con respecto a los datos del último informe prepandemia. Concretamente, se situaron en 2.487.255 frente a los 1.640.800 que recibieron las rutas el año anterior. Este incremento también provocó mayor repercusión económica de la actividad turística asociada a las bodegas y los museos del vino.
Los datos del nuevo informe que ha dado a conocer Acevin también reflejan que sigue prevaleciendo el visitante nacional, que representa algo más del 80% de las visitas, pero constata la vuelta del turismo internacional, que registró un incremento de cinco puntos porcentuales hasta situarse por encima del 20%, un porcentaje solo cinco puntos por debajo de las cifras prepandemia.
Agosto se sitúa en segunda posición entre los meses con mayor número de visitas a las rutas del vino
En cuanto a la distribución de las visitas a lo largo del año, también contemplada en este estudio, octubre fue de nuevo el mes con mayor número de visitas a bodegas y museos, coincidiendo con la época de la vendimia. Agosto ocupó el segundo puesto en esa clasificación, un dato que según Acevin es muy positivo, “pues demuestra que se trata de un producto consolidado, ya que es el mes en que la mayor parte de la población coge sus vacaciones”. Esto unido al carácter desestacionalizador del enoturismo lo convierten en una de las modalidades más atractivas y estables del sector.