13 diciembre, 2018
Las tres últimas jornadas de huelga en Air Nostrum obligaron a cancelar más de 100 vuelos en España hace apenas dos semanas. La situación amenazaba con repetirse estas Navidades, pero el acuerdo alcanzado ayer entre la empresa y el sindicato de pilotos (Sepla) evita esta posibilidad. Las dos partes sellaron la paz en un acto que tuvo lugar ante el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA). Era la última oportunidad para acercar posturas antes de la convocatoria de huelga.
En el acuerdo, la dirección de la empresa atiende una de las principales reivindicaciones de los trabajadores de la compañía: la externalización de vuelos. Los sindicatos justificaron las dos jornadas de paros de hace dos semanas por la, a su juicio, cesión de rutas que realizaba Air Nostrum a otras aerolíneas que son también propiedad del Grupo ILAI, como Hibernian Airlines y MedOps, que operan con costes más reducidos. Sin embargo, la dirección de Air Nostrum se compromete a que esa externalización de rutas no supere en ningún caso el 20% del total.
Además, la compañía recuperará todos los aviones ATR turbohélice que actualmente tenía alquilados a otras aerolíneas para operar las rutas interinsulares en Baleares y en Melilla.
El conflicto interno en Air Nostrum amenazaba con añadir una nueva huelga a la lista de paros a la que tendrán que hacer frente los viajeros en estas Navidades. Los de mayor calado serán los de Renfe. Comisiones Obreras (CC OO) y la Confederación General de Trabajadores (CGT) convocaron huelga en la empresa pública para dos jornadas clave. Se trata del viernes 21 de diciembre y el lunes 7 de enero. Los paros anunciados coinciden con la Operación Salida y Operación Retorno del periodo navideño y, a la espera de que Fomento establezca los servicios mínimos, amenaza con cancelar cientos de trenes.
No son los únicos paros que están previstos para las próximas fechas. Los trabajadores de seguridad del Aeropuerto de Barajas están llamados también a una huelga que arrancará el próximo 21 de diciembre. La convocatoria amenaza con repetir la situación que se vivió en verano de 2017 en Barcelona-El Prat, cuando se vio colapsado con colas de hasta seis horas.